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Salamanca
El primero de los cursos, dedicado al cuidado del paciente crónico, responde a la Estrategia de Atención al Paciente Crónico de Castilla y León, presentada recientemente. El objetivo de este programa regional es transformar en el medio plazo el modelo actual (centrado en el diagnóstico y en el tratamiento de procesos agudos) en un nuevo “modelo de cuidados” que dé respuesta al progresivo aumento de enfermos con patologías crónicas con un cuidado integral. El curso, que se está desarrollando esta semana tiene, abarca temas tan importantes como las necesidades de los enfermos crónicos y de sus cuidadores informales, el control de síntomas, el cuidado a los enfermos en su domicilio, la comprensión de los problemas emocionales del enfermo y su familia o el proceso de atención al duelo. El curso lo imparten María Isabel Ríhuete, Ángela Rodríguez, Mª. Jesús Canal y Celia Sendra.
Dentro del mismo ámbito de las enfermedades crónicas, el siguiente curso del Colegio de Enfermería está dedicado a la diabetes. Bajo el título, “Actualización en diabetes y educación” tendrá lugar desde el 24 al 30 de abril e incluye temas como el uso de las nuevas tecnologías en el tratamiento de la enfermedad, la educación terapéutica o la comunicación con el enfermo. Todo ello, con el objetivo de ayudar al paciente a gestionar el cuidado de su diabetes a fin de prevenir las complicaciones, conservando su calidad de vida.
Los cuidados paliativos también tendrán su espacio en el programa de formación en cuidados de pacientes crónicos del colegio salmantino. Bajo el título “Cuidados de Enfermería en cuidados paliativos. Terapias Complementarias y Musicoterapia”, se pretende dar a conocer los principios generales de la filosofía de cuidados paliativos, la relevancia del trabajo en equipo, el tratamiento del dolor y el control de síntomas, el uso de mórficos y sus efectos secundarios, etc. A la vez, el programa abordará cuestiones emocionales como la comunicación de las malas noticias o como afrontar los últimos momentos. El curso se completa con talleres entre los que destaca la Musicoterapia como cuidado a aplicar y otras técnicas como reflexoterapia, drenaje linfático, terapia neural, relajación, acupuntura, flores de Bach o Reiki. Esta actividad tendrá lugar del 27 al 31 de mayo.
Otro de los programas destacados es la celebración de las Jornadas “La Matrona al lado de la mujer” que se desarrollarán los días 8 y 9 de mayo. Con motivo del Día Internacional de la Matrona, 5 de mayo, el Colegio acoge este acto dirigido a la población general donde tratarán de dar a conocer a las mujeres otra forma de vivir sus embarazos, así como otras épocas especiales de su vida como la adolescencia o la menopausia. Para ello, contarán con la presencia de cuatro expertos: Miguel Ángel Velasco (matrón), Beatriz Hernández, Maria Teresa García y Laura Alonso. Todas ellas EIR de la Unidad docente de Salamanca.
Por último, el programa formativo del Colegio salmantino también incluye el curso Los trastornos de la conducta alimentaria en la infancia y adolescencia: de la anorexia a la bulimia, del 13 al 16 de mayo. Aborda la anorexia, pasando por la bulimia, las adolescentes vomitadoras, los comedores compulsivos y por último la creciente prevalencia de la obesidad infantil. Este abanico de alteraciones en la conducta de comer pronostica un futuro problemático desde el punto de vista de salud, así como de las áreas psicológica y social de estos niños. La necesidad de profundizar en el estudio del origen de este problema, así como de las consecuencias subyacentes a una mala alimentación y de las técnicas de intervención para la corrección de las pautas alimentarías hace que este curso sea una herramienta eficaz tanto para la atención primaria como para la hospitalaria. Será impartido por la psicóloga Ana Gutierrez Salegui.
(…) En la mesa también contamos con la intervención de Ana Isabel Gutiérrez. La primera idea que destacó es que si hacemos un computo de los niños y adolescentes que sufren algún tipo de “malnutrición”, que no desnutrición, por malos hábitos alimentarios nos salen unos datos bastantes desesperanzadores.
Así, señaló, entre los jóvenes el Estudio Enkind (2004) nos sitúa como el cuarto país de Europa en Obesidad infanto-juvenil, con un porcentaje de niños-adolescentes con sobrepeso del 26%. Por otro lado, la prevalencia de T.C.A como la Anorexia, la Bulimia o los T.A.N.E se sitúa en torno a un 3,3% y un 5,5% (Rojo y col 2003, Pelaez, Labrador y Raich 2007). Si incluimos entidades subclínicas y síndromes parciales estas tasas se incrementan en mujeres hasta valores próximos al 15-18% (AVALCAB 2007).
16 h. Conferencia inaugural. El reto de la prevención del siglo XXI. Dña. M. José Rico Ferrán. Enfermera, Promotora de Salud Escolar Conselleria de Sanidad Valencia.
17 h. Acto inaugural.
17:15 h. Primera Mesa Redonda. La salud y la enfermedad en el entorno escolar. Moderadora: Dña. M. Carmen Sánchez Macarro.
18:45 h. Ponencia. La enfermería escolar en la Comunidad de Madrid. Dña. Natividad López Langa. Vicepresidenta de la Asociación Madrileña de Enfermería en Centros Educativos (AMECE).
19:15 h. Comunicaciones libres.
VIERNES 25 DE MAYO
9:30 h. Segunda Mesa Redonda. Enfermería y Escuela, corresponsables de una buena práctica en salud. Moderador: D. Luis Sánchez Tercero. Enfermero.
10:45 h. Coloquio.
11:15 h. Ponencia. Peligros de internet: navegación saludable. D. Alfonso Valdunciel Bustos. Profesor Colegio Salesianos de San José (Salamanca).
12: 15 h. Coloquio.
12:30 h. Tercera Mesa Redonda. El niño con enfermedad crónica en la Escuela. Moderadora: Dña. M. José García Romo.
13:30 h. Coloquio.
16:30 h. Cuarta Mesa Redonda. Aspectos psicológicos del niño en la Escuela. Moderadora: Dña. Emma Lourenço Núñez. Técnico del Plan Municipal sobre Drogas.
17:30 h. Coloquio.
17:45 h. Conferencia de clausura. Es posible adquirir hábitos saludables en la Escuela. Objetivos de estrategia NAOS.
Moda | Cánones femeninos
BELLEZAS DE AYER, HOY ¿Y SIEMPRE?
Alejandra Rodríguez. Madrid.
Ser guapa ya no es lo que era, y para demostrarlo no hay que irse a la prehistoria, ni a las bellezas helénicas ni mirar a las gracias de Rubens. Producto de la evolución de la especie se van produciendo una serie de cambios en la morfología de los individuos derivados de las modificaciones en los hábitos de vida, en la alimentación, en la actividad física… que hacen que nuestro cuerpo vaya siendo diferente a través de los siglos.
Sin embargo, basta con echar un vistazo a las fotografías de las mujeres consideradas bellas de hace sólo unas décadas y compararlas con las imágenes de las diosas de la belleza actuales para darnos cuenta de que la transformación ha sido especialmente profunda en los últimos cincuenta años.
Según los especialistas, este asunto empieza a adquirir tintes menos frívolos cuando la consecución de los ideales de belleza que rigen en cada momento se convierten en una esclavitud y no se vive nada más que por y para ellos.
Este fenómeno cada vez es más notable porque nuestra cultura sobrevalora la belleza externa y la juventud por encima de otras cualidades más perdurables. Por si esto fuera poco, los patrones de belleza vigentes (por no hablar de a lo que tendemos) cada vez son más difíciles de alcanzar, ya que por obra y gracia del bisturí, del photoshop o de ambas cosas a la vez se nos presenta como ideal un tipo de mujer que no existe.
Lo nocivo de todo esto no es la frustración (que ya es bastante grave) que se puede generar en un colectivo de mujeres adultas que ven que no pueden sacar adelante todas las obligaciones cotidianas encaramadas a unos tacones de vértigo, con un escote hasta el ombligo, una talla 36 de minifalda, una 110 de sujetador, unos pechos que desafían la ley de la gravedad, ni un solo gramo de celulitis y unos abdominales de luchador a pesar de haber tenido dos partos.
Normalmente, las mujeres equilibradas acaban superando este ‘síndrome de Superwoman’, aunque no faltan los casos esperpénticos de señoras que quieren aparentar ser unas veinteañeras cuando ya hace tiempo que soplaron más de 60 velas en sus tartas de cumpleaños.
“Es sorprendente la cantidad de casos de anorexia que estamos viendo en la menopausia. Hay señoras que quieren contrarrestar la acumulación de grasa que se da en esta época de ‘transición hormonal’ y acaban sufriendo un Trastorno de la Conducta Alimentaria; eso por no hablar de las aberraciones que se hacen en los quirófanos”, explica Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga experta en este tipo de problemas.
Además, “no atienden a razones; si les dices que lo que pretenden hacerse no va con su cara o les propones algo menos ‘agresivo’ se dan la media vuelta y buscan a alguien que tenga menos escrúpulos”, relata un cirujano plástico que prefiere no dar su nombre porque atiende a bastantes pacientes a los que tiene que arreglar desaguisados de otros colegas.
Con todo, lo verdaderamente triste es que miles de niñas están recibiendo un mensaje equivocado que las convertirá en esclavas apenas comience a despuntar su pubertad, porque la trasformación no es sólo estética. Concierne también a la actitud.
LOS CAMBIOS ESTÉTICOS
Las mujeres que hace treinta, cuarenta o cincuenta años eran consideradas ideales de belleza se dedicaban casi siempre al cine. Eran fundamentalmente actrices, aunque podían hacer alguna incursión en el mundo de la publicidad. Lógicamente se cuidaban al máximo (tratamientos estéticos, manicuras, depilación, maquillaje, vestuario…) porque trabajaban con su imagen, pero eran mujeres de verdad.
Es cierto que las fajas apretaban excesivamente su cintura para hacerla parecer de avispa, pero existía proporción entre el pecho y las caderas. El volumen del escote podía incrementarse gracias a la lencería, pero se veían canalillos naturales, muslos proporcionados con el resto de la pierna, caderas, piel de naranja, algún michelín… y seguían siendo guapas.
Casi todos eran, en definitiva, artificios y adornos ‘de quita y pon’ y mejoras que se lograban con maquillaje, efectos de luces y sombras, vestuario… y otros ‘trucos’ de fotógrafo profesional. De hecho, la mayoría de las estrellas del momento eran retratadas regularmente en poses cotidianas sin tanta lentejuela y seguían siendo fácilmente reconocibles.
Por otro lado, no había un sólo arquetipo. Es decir, una gran diversidad de mujeres podían considerarse atractivas aunque su aspecto físico fuera muy diferente. Marylin Monroe no tiene nada que ver con Audrey Hepburn y ambas eran iconos de belleza con un estilo propio y diverso.
Ahora, las que se salen del canon raquítico y lucen curvas sin complejos (Jennifer Lopez, Sofía Vergara, Salma Hayek, Christina Hendicks…) tienen que pasarse la vida justificando el volumen de sus traseros, hablando de las dietas que hacen para estar espectaculares, de las fajas que se ponen o de que la vida es genial a pesar de ser ‘rellenitas’, cuando en realidad son mujeres perfectamente normales en cuanto al peso.
Habitualmente, los rasgos de la cara eran armónicos e iban en consonancia con el resto del cuerpo. Por ejemplo, una mujer de labios carnosos normalmente tenía el resto de rasgos grandes (Sofía Loren) y las de siluetas más afiladas lucían menos pecho (Katharine Hepburn).
“Ahora las chicas tienden a buscar lo mismo aunque no les favorezca y además, desean rasgos que a veces son impropios de las mujeres; como por ejemplo un cuerpo muy musculado y con abdominales muy marcados”, afirma Esteban de Pablos, psicólogo infanto-juvenil con consulta en Madrid, refiriéndose al hecho de que “en su época”, como dice él, que tiene alrededor de 50 años, las mujeres podían ser más delgadas o más rellenitas, pero ninguna era fibrosa, estaban más ‘mullidas’.
“No termina de entrarnos en la cabeza que una mujer acumula grasa en el vientre y las caderas por una cuestión hormonal que es la que determina la fertilidad y la capacidad para concebir y gestar un hijo; eliminar esa grasa a base de cirugía y gimnasio es extenuante y de forma muy frecuente acaba en un trastorno obsesivo con respecto a la comida, al ejercicio, a los retoques… poco recomendables”, aclara el especialista.
CAMBIO DE ACTITUD
“Paradójicamente, al tiempo que se ha ido produciendo eso que llaman liberación de la mujer, ésta ha ido convirtiéndose en una esclava mayor de su físico, que transforma incluso aunque para ello tenga que poner en riesgo su salud”, explica Ana Gutiérrez Salegui, especializada también en atención al adolescente.
Salegui es una de las profesionales que lleva años avisando acerca de la sexualización precoz de la infancia, un fenómeno estrechamente ligado a los cánones de belleza actuales y a la actitud frente al sexo contrario.
“Hace alrededor de seis años comenzamos a observar que las niñas que padecían anorexia venían a la consulta diciendo que querían pasar por quirófano para tener unos pechos grandes; querían ser esqueletos con grandes tetas, en pocas palabras”, apunta la experta.
Éste es sólo un ejemplo de la irrealidad a la que se aspira porque aunque de manera natural puede darse algún caso raro de chica delgadísima con pechos grandes, lo habitual es lo contrario, precisamente porque la mama está compuesta de grasa en un 80%.
“Luego observas que hay chicas que no conciben que les salga una arruguita en la tripa al sentarse, que entienden que una piel perfecta carece de poros y que los bikinis no se ciñen al cuerpo, sino que se posan sobre él”, relata De Pablos, algo en lo que coincide Salegui.
Y todo eso es culpa de los medios de comunicación y del uso abusivo que hacen del Photoshop, programa que ha cometido no pocas tropelías.
De todo esto lo que más nos tiene que preocupar es que estamos transmitiendo a nuestros hijos (y sobre todo a nuestras hijas) la idea de que una mujer puede dedicarse a lo que sea, pero no será nunca suficientemente válida si no es ‘sexy’ y no adopta una actitud provocativa, que es la que se fomenta en la mayoría de los posados fotográficos, vídeos musicales, letras de canciones… de las figuras femeninas que triunfan hoy en día.
Es paradójico que chicas que son buenas actrices, cantantes o bailarinas, que destacan en el mundo de los negocios y que son suficientemente inteligentes para desarrollar una carrera profesional exitosa, implicarse en causas solidarias, alcanzar logros fabulosos… al final tengan que medirse en fotografías sensuales en actitud ‘masculinizada’ (vestidas de policía, de militar, empuñando armas…), pero con un escote inflado y apenas cubierto, como ‘prueba de fuego’ para brillar de verdad.
Este clima en el que están creciendo los niños y niñas eleva muchísimo el riesgo de padecer trastornos de la conducta alimentaria, causa alteraciones de la percepción de su propio cuerpo y deja la autoestima por los suelos porque todo les lleva a adoptar una actitud sexualmente agresiva que en realidad no se corresponde con la madurez intelectual que tienen.
“Emocionalmente es un desastre porque confunden liberación con promiscuidad y descuidan la parte afectiva. No maduran sexualmente de forma adecuada porque hasta para desvincular la parte sentimental de la sexual hay que tener la cabeza bien amueblada”, resume Salegui.
QUÉ HACER
La solución a este conflicto creciente pasa, como casi siempre por la educación y la labor que los padres hacen con sus pequeños. De esta manera, hay que interesarse por sus inquietudes y procurar no poner demasiado énfasis en aspectos puramente físicos (decirle constantemente que de tal o cual manera va a estar más guapa o que los chicos no la van a querer si no está radiante).
Hay que centrarse más en aspectos de la personalidad y fomentar sus progresos en facetas intelectuales, solidarias, artísticas… y fomentar el talento por encima del aspecto externo.
Afortunadamente, ya hay loables iniciativas que procuran mostrar las virtudes y el atractivo de mujeres reales, sin retoques y sin misiones estéticas imposibles.
Es recomendable estar pendiente de hablar de estos temas y recordar que la mayoría de lo que vemos en la televisión y en los anuncios de las revistas no es real; de hecho, son muchas las voces que reclaman que se avise de los retoques fotográficos para no confundir a los más jóvenes. Finalmente, haga examen de conciencia y repase sus propias actitudes con respecto a estos temas. A todos nos gusta estar bien y que nos vean estupendos, pero no podemos hacer que nuestra vida gire en torno a eso únicamente.
“Los niños hacen lo que hacemos, no lo que decimos”, resume Salegui. Y es que ¿cómo decirle a una niña que no debe obsesionarse por ser delgada, ‘sexy’ y guapa cuando su propia madre se pasa la vida a dieta, observando cada pliegue de su cuerpo delante del espejo y no se permite salir a la calle con la cara lavada y una coleta?
Durante los dos días de las jornadas habrá actividades para los niños, como videos, juegos y cuentacuentos.
Ana Isabel Gutiérrez Salegui articipó como ponente invitada en la tercera edición del Foro Educativo que organiza anualmente el Centro de Estudios Superiores Don Bosco de Madrid, institución educativa adscrita a la Universidad Complutense y que imparte, entre otros, los actuales grados de Maestro y de Educación Social. Este III Foro estuvo dedicado a la puesta en común de experiencias en Buenas Prácticas Educactivas y se desarrolló los días 25 y 26 de febrero de 2011.
Las sesiones matinales se cerraron con la expectación despertada por la presencia de Vicente del Bosque, quien, bajo el título Un ejemplo de buena práctica profesional, participó en un ameno e interesante coloquio, conducido por el periodista de la agencia Efe José Antonio Diego Cedenilla y el profesor de educación física Jesús Raúl Rebollo Cano. El seleccionador nacional atendió con brillantez y con extraordinaria amabilidad las cuestiones que le plantearon los conductores del acto y los asistentes sobre deporte, educación y familia.
El sábado 26 la ponencia final, Familia y Escuela: corresponsales de una buena práctica educativa fue impartida por la psicóloga Ana Isabel Gutiérrez Salegui, responsable de contenidos del portal Adolesweb, quien se centró en aspectos de educación para la salud, y por Iñaki Muñoz Salas, presidente de la asociación Disfam, que se refirió entre otras cuestiones a las dificultades de aprendizaje producidas por la dislexia.