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‘Bulimia’ Category

  • Los especialistas alertan del incremento de afectados por conductas alimentarias, cada vez más difíciles de detectar. Espido Freire es la última cara conocida en hablar de su experiencia sin tabúes

Cualquiera que mire las estadísticas relativas a los TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria) podría pensar que la situación se ha mantenido estable en los últimos 15 o 20 años, época en la que comenzaron a ser conocidos por el gran público. Actualmente, se estima que entre el 1% y el 3% de la población sufre anorexia nerviosa; que entre el 3% y el 5% padece bulimia y que en torno a un 2% manifiesta lo que se ha dado en llamar trastorno por atracón (ingesta compulsiva en episodios que se repiten con cierta frecuencia). Es decir, prácticamente lo mismo que entonces.
Sin embargo, según el discurso de los especialistas la situación no es, ni de lejos, halagüeña. «No hay cifras oficiales y no tenemos porcentajes precisos, pero sí hemos observado que los perfiles de los pacientes han cambiado mucho y las fronteras entre los diversos TCA se han difuminado. Los clásicos (anorexia y bulimia) siguen existiendo en la misma proporción, pero tenemos además que sumar los llamados TCA no especificados, que en realidad son los que más se diagnostican actualmente», apunta Cecilia Caruana, psicóloga de Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (ADANER), en Madrid.

PERFILES DIFUSOS

Este concepto de TCA no especificado hace referencia a personas que no cumplen estrictamente todos los criterios clínicos para ser diagnosticados de un TCA puro, pero presentan varias conductas patológicas propias de ellos. Así, los terapeutas se encuentran cada vez más trastornos mixtos, incompletos o asociados a otros problemas mentales.

«Indudablemente, tenemos más volumen en las consultas, independientemente de las estadísticas, pero lo verdaderamente destacable es que el diagnóstico y el tratamiento es más complejo porque nos encontramos cuadros clínicos mixtos y también muchas comorbilidades; es decir, otras enfermedades o sintomatología mental asociada al TCA; fundamentalmente trastorno límite de la personalidad y problemas graves de conducta», dibuja Gustavo Faus, director asistencial del Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA) de Barcelona; un centro especializado en el manejo de estas patologías.

De esta manera, y según explican los expertos, los tentáculos de los TCA están empezando a llegar a edades cada vez más tempranas, a mujeres que rondan la menopausia y a los varones. «En realidad, el grueso sigue estando en la adolescencia, pero es cierto que el resto de casos va siendo menos infrecuente», relata José Manuel Moreno, de la Asociación Española de Pediatría.
Este especialista llama la atención sobre un fenómeno que ha influido en este cambio de tendencia. «Se ha adelantado la edad en la que los niños, concretamente las niñas, comienzan a recibir mensajes acerca de la importancia de tener una imagen, una talla y un peso concretos. Es un momento en el que la personalidad apenas está empezando a forjarse y son muy vulnerables».

La escritora Espido Freire coincide en todas y cada una de las apreciaciones de estos expertos y movida precisamente por estos cambios decidió escribir un segundo libro al respecto. En el primero, ‘Cuando comer es un infierno’ (Ed. Aguilar) ahondaba en las causas, secuelas y testimonios de personas que, como ella, habían sucumbido a la bulimia. En el segundo, ‘Quería volar, cuando comer era un infierno’ (Ed. Ariel), Freire refleja esta ampliación de perfiles y la diversificación de diagnósticos. «Los límites y los estereotipos de los TCA se han roto por completo. Aunque no esté diagnosticado, prácticamente todos mantenemos una relación anómala con la comida. El problema es que estamos medicalizados y si no se presenta el cuadro típico completo no se hace nada, cuando en realidad, si se dan dos o más conductas juntas hay que actuar», explica la autora quien, también coincidiendo con el resto de profesionales, apunta que a pesar de todos estos cambios hay cosas que siguen igual; para mal.

LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO

Según denuncian, la conciencia de las familias, el entorno escolar y las propias pacientes ha evolucionado a mejor; por eso el diagnóstico cada vez es más precoz (lo cual es beneficioso). Sin embargo, no ha sido así en otros aspectos como la presión social sobre el físico, el desorden alimentario (oferta no saludable, horarios irregulares, normalización de dietas de riesgo…), la banalización de la cirugía y otros procedimientos estéticos que te hacen creer que puedes cambiar tu imagen ilimitadamente y, sobre todo, la percepción que tenemos de lo que realmente es un TCA.

Y es que aún persiste la idea de que se trata de un problema de adolescentes o de niñas tontas que aspiran a ser modelos, cuando en realidad son problemas mentales mucho más complejos que se manifiestan en una conducta alimentaria anómala, pero que van mucho más allá. Por este error de concepto, se está obviando a pacientes masculinos o a mujeres adultas (y mayores), a personas que no tienen problemas de peso evidentes y a las enfermas que no están curadas del todo. «Una de las características de estos pacientes es su capacidad de adaptación, así como su perfeccionismo. Así, si únicamente prestamos atención a su relación con la comida y a su peso, en cuanto hayan logrado pesar lo adecuado se les dará el alta, pero el problema seguirá larvado, con el consiguiente riesgo de cronificación y recaídas», apostilla la portavoz de ADANER.

Con respecto a los varones, «progresivamente, la presión sobre la imagen de los hombres está adquiriendo los mismos tintes negativos que sobre la mujer; aunque a ellos lo que se les exige es machacarse en el gimnasio para obtener un cuerpo cincelado, lo que a veces les lleva a obsesionarse con el ejercicio y el control de la dieta, así como al consumo de sustancias poco recomendables», abunda Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga especialista en adolescencia y TCA.

El escenario social y familiar está regido por unas reglas perversas en las que el éxito está asociado indefectiblemente a la belleza exterior y a la juventud; aspectos que hay que lograr de cualquier manera y cueste lo que cueste (económica y emocionalmente) porque de lo contrario «o eres pobre o eres un descuidado», resume Freire.

¿Y cómo se rompe ese bucle nocivo? Además de pedir más atención para la psiquiatría y psicología infantojuvenil, un acuerdo definitivo sobre el tallaje, una mayor formación en hábitos de vida saludable, una menor presión sobre la imagen y el peso corporal, una regulación efectiva sobre los mensajes publicitarios y sobre los medios de comunicación, una articulación óptima de los recursos sanitarios, los especialistas coinciden en un aspecto fundamental que no depende de las instituciones ni organismos reguladores: dar ejemplo.

UN APOYO FUNDAMENTAL

«Los impactos están ahí y no podemos negarlo. Pero la familia es fundamental para acompañar y ofrecer una visión crítica que ayude a los más jóvenes a interpretar la realidad y a ver que la realidad es otra cosa», argumenta Faus.

La nutricionista María Teresa Barahona, quien está a punto de sacar un cuento solidario titulado ‘¡Qué divertido es comer fruta!’, enfatiza este punto. «No podemos pretender que nuestros hijos establezcan una relación saludable con la comida si nosotros mismos estamos haciendo dietas milagro por nuestra cuenta, si permanentemente hacemos comentarios sobre los kilos que nos sobran o sobre el trasero tan gordo que tiene tal o cual persona; es decir, si nosotros mismos no lo tenemos asimilado».

De esta manera, ha de haber coherencia entre lo que se dice y lo que se hace y desterrar la idea de que hay que lograr la perfección absoluta y sin fisuras, así como eliminar la belleza como único parámetro para medir la valía de las personas. En definitiva, inculcar otros valores que no tienen relación con lo puramente físico.

«Incluso en profesiones asociadas a la imagen y a una cierta frivolidad encontramos ejemplos que nos pueden servir como referente porque son buenas profesionales, tienen una trayectoria destacable, se identifican con causas solidarias, son inteligentes… independientemente de que su belleza se ajuste a los cánones o no; pongamos el foco en esto y no solo en las tallas o la comida», anhela Espido Freire.

Para consultar el artículo completo: Link

Publicado en Noticias Castilla y León, 12.04.13
 




Salamanca

EL CUIDADO DE LOS PACIENTES CRÓNICOS, PROTAGONISTA EN LA FORMACIÓN DEL COLEGIO DE ENFERMERÍA
 
Redacción / A.B.

El plan de formación continuada del Colegio de Enfermería de Salamanca centra estos días su protagonismo en dos campos de la salud de gran interés general: los cuidados del paciente crónico y la actualización en cuidados a pacientes con diabetes.

El primero de los cursos, dedicado al cuidado del paciente crónico, responde a la Estrategia de Atención al Paciente Crónico de Castilla y León, presentada recientemente. El objetivo de este programa regional es transformar en el medio plazo el modelo actual (centrado en el diagnóstico y en el tratamiento de procesos agudos) en un nuevo “modelo de cuidados” que dé respuesta al progresivo aumento de enfermos con patologías crónicas con un cuidado integral. El curso, que se está desarrollando esta semana tiene, abarca temas tan importantes como las necesidades de los enfermos crónicos y de sus cuidadores informales, el control de síntomas, el cuidado a los enfermos en su domicilio, la comprensión de los problemas emocionales del enfermo y su familia o el proceso de atención al duelo. El curso lo imparten María Isabel Ríhuete, Ángela Rodríguez, Mª. Jesús Canal y Celia Sendra.

Dentro del mismo ámbito de las enfermedades crónicas, el siguiente curso del Colegio de Enfermería está dedicado a la diabetes. Bajo el título, “Actualización en diabetes y educación” tendrá lugar desde el 24 al 30 de abril e incluye temas como el uso de las nuevas tecnologías en el tratamiento de la enfermedad, la educación terapéutica o la comunicación con el enfermo. Todo ello, con el objetivo de ayudar al paciente a gestionar el cuidado de su diabetes a fin de prevenir las complicaciones, conservando su calidad de vida.

Los cuidados paliativos también tendrán su espacio en el programa de formación en cuidados de pacientes crónicos del colegio salmantino. Bajo el título “Cuidados de Enfermería en cuidados paliativos. Terapias Complementarias y Musicoterapia”, se pretende dar a conocer los principios generales de la filosofía de cuidados paliativos, la relevancia del trabajo en equipo, el tratamiento del dolor y el control de síntomas, el uso de mórficos y sus efectos secundarios, etc. A la vez, el programa abordará cuestiones emocionales como la comunicación de las malas noticias o como afrontar los últimos momentos. El curso se completa con talleres entre los que destaca la Musicoterapia como cuidado a aplicar y otras técnicas como reflexoterapia, drenaje linfático, terapia neural, relajación, acupuntura, flores de Bach o Reiki. Esta actividad tendrá lugar del 27 al 31 de mayo.

Otro de los programas destacados es la celebración de las Jornadas “La Matrona al lado de la mujer” que se desarrollarán los días 8 y 9 de mayo. Con motivo del Día Internacional de la Matrona, 5 de mayo, el Colegio acoge este acto dirigido a la población general donde tratarán de dar a conocer a las mujeres otra forma de vivir sus embarazos, así como otras épocas especiales de su vida como la adolescencia o la menopausia. Para ello, contarán con la presencia de cuatro expertos: Miguel Ángel Velasco (matrón), Beatriz Hernández, Maria Teresa García y Laura Alonso. Todas ellas EIR de la Unidad docente de Salamanca.

Por último, el programa formativo del Colegio salmantino también incluye el curso Los trastornos de la conducta alimentaria en la infancia y adolescencia: de la anorexia a la bulimia, del 13 al 16 de mayo. Aborda la anorexia, pasando por la bulimia, las adolescentes vomitadoras, los comedores compulsivos y por último la creciente prevalencia de la obesidad infantil. Este abanico de alteraciones en la conducta de comer pronostica un futuro problemático desde el punto de vista de salud, así como de las áreas psicológica y social de estos niños. La necesidad de profundizar en el estudio del origen de este problema, así como de las consecuencias subyacentes a una mala alimentación y de las técnicas de intervención para la corrección de las pautas alimentarías hace que este curso sea una herramienta eficaz tanto para la atención primaria como para la hospitalaria. Será impartido por la psicóloga Ana Gutierrez Salegui.

(…) En la mesa también contamos con la intervención de Ana Isabel Gutiérrez. La primera idea que destacó es que si hacemos un computo de los niños y adolescentes que sufren algún tipo de “malnutrición”, que no desnutrición, por malos hábitos alimentarios nos salen unos datos bastantes desesperanzadores.  

Así, señaló, entre los jóvenes el Estudio Enkind (2004) nos sitúa como el cuarto país de Europa en Obesidad infanto-juvenil, con un porcentaje de niños-adolescentes con sobrepeso del 26%. Por otro lado, la prevalencia de T.C.A como la Anorexia, la Bulimia o los T.A.N.E se sitúa en torno a un 3,3% y un 5,5% (Rojo y col 2003, Pelaez, Labrador y Raich 2007). Si incluimos entidades subclínicas y síndromes parciales estas tasas se incrementan en mujeres hasta valores próximos al 15-18% (AVALCAB 2007).


Todos estos cuadros, continuó, están basados en unos malos hábitos, por exceso, por defecto o por conductas anómalas. Igualmente todos ellos tienen y tendrán en el futuro de estos niños repercusiones físicas, psíquicas y sociales. Por ello, y ante el gran coste humano, sanitario y social se impone una política activa de prevención a los tres niveles, primaria, secundaria y terciaria. La prevención dada la edad de los sujetos afectados sólo se puede vertebrar su conseguimos aunar los esfuerzos de los centros sanitarios, educativos y a la familia como encargada principal de la implantación de los hábitos alimentarios. Los conocimientos los poseemos nosotros pero la educación en los hábitos sólo la pueden realizar ellos.

En pocos años, aseguró Ana Isabel, hemos pasado de tener un grave problema con la Anorexia, la Bulimia y los TANE (cuadros atípicos o incompletos) a tener un problema aún mayor con la Bulimia, los TANE y la Obesidad. Es evidente que esto no es sólo un problema de las familias. La escasez de tiempo, la publicidad engañosa sobre alimentación, el vacío legal en la regulación de productos para perder peso, el control relativo que se hace de los comedores escolares, la pérdida de los hábitos familiares unidos al cambio social, y el hecho de que los T.C.A afecta cada vez a edades más tempranas…todo ello implica un cambio en el enfoque de intervención, debemos evolucionar para coordinar la labor Sanidad-Educación, convertir a los tutores y docentes en agentes de Salud y trabajar con las familias en lugar de con el “paciente-niño”.

Por otro lado, dice, se hace imprescindible una regulación en materia de publicidad relacionada con la alimentación y de los productos “adelgazantes”.

En la prevención, afirma, debe participar todo el mundo. Sanidad, escuela, medios de comunicación, sociedad y familias. Todo esto debe realizarse de forma coordinada para no solaparse ni dejar “agujeros”. No se trata de intervenciones puntuales sino de desarrollar un programa eficaz a largo plazo. Hasta ahora la eficacia de la Prevención en T.C.A ha sido cuestionada ya que determinadas intervenciones han encontrado resultados contrarios a los esperados. Cuando se habla de prevenir la aparición de trastornos alimentarios hay que tener en cuenta que hablar de los trastornos en sí no evita que se caiga en ellos. Porque la información no cambia la conducta.

Recordó también que existen proyectos muy buenos en nuestro país, pero incomprensiblemente, que un proyecto tenga resultados positivos no implica que se plantee realizarlo en la comunidad de al lado. “Y eso es un fallo, el “pionerismo” en materia de salud está haciendo mucho daño, si todos trabajáramos en la misma dirección para mejorar las iniciativas existentes y para coordinarnos en lugar de competir podríamos avanzar muchísimo”. 

En Salamanca, destacó, existe el programa desarrollado por el equipo de Marta Manzano García que está desarrollando una intervención en Salud que abarca muchos más campos además de los T.C.A, ese es un ejemplo de programa a imitar e implantar en otros lugares.

Y es que queda un largo camino por recorrer a la profesión enfermera en este ámbito. La primera pieza es la formación específica. Los trastornos alimentarios son muy complejos y su detección e intervención a veces resulta muy, muy difícil. Hay que trabajar con conocimientos específicos y con habilidades propias de la psicología, sin contar con que no trabajamos con un “paciente”, sino con menores y que tenemos que incluir a la familia en la intervención ya que sin ella, bien sea porque hay que enseñarle o porque ellos mismos tienen que cambiar muchas cosas, es inviable. 

Por otro lado, la implantación de la Enfermera en la Escuela sería un avance en el terreno de la Intervención TCA, es un profesional idóneo para coordinar Centro de Salud y Colegio, detectar posibles casos, plantear la derivación a especializada y seguir el control de los menores en tratamiento.

La reseña completa de la mesa redonda la puedes encontrar aquí

Publicado en La Opinión de Zamora, 11.04.07.

EL COLEGIO DE ENFERMERÍA CELEBRA UN CICLO DE CHARLAS CON EXPERTOS NACIONALES
Secreto y violencia profesional o la anorexia centran la programación
C.G.
Cinco expertos nacionales en materias como el secreto profesional, la violencia, el estrés o la anorexia centran el ciclo de conferencias organizado por el Colegio de Enfermería de Zamora con la colaboración de la Fundación Científica Caja Rural y que mañana se ponen en marcha en el salón de actos de la organización profesional. El presidente del Colegio, Andrés Pérez Santamaría, y el director de la Fundación Cienfícia, José Miguel Diego Gómez, presentaron ayer el ciclo de charlas, enmarcadas dentro de los convenios que la entidad financiera mantiene con loas organizaciones colegiales de las ramas sanitarias: médicos, enfermeros, farmacéuticos y veterinarios. La primera de las conferencias la pronunciará mañana, a partir de las seis de la tarde, Inmaculada García Palomero, enfermera y psicóloga y experta en bioética, que procede de Salamanca. Las siguientes charlas se producirán con una periodicidad mensual, aunque respetando los períodos vacaciones de verano, poco adecuados para este tipo de actividades de formación continua.
El 3 de mayo visitará Zamora Ana Isabel Gutiérrez Salegui, licencia en psicología clínica, social y del trabajo, así como técnico especialista en trastornos de la conducta alimentaria y prevención de la drogodependencia. El título de su conferencia es: “Trastornos de la alimentación como reto sanitario: anorexia, bulimia, obesidad, etc.”. El 19 de junio Juan Luis Soto de Lanuza, enfermero y psicólogo de Guadalajara, hablará sobre la “Violencia hacia el profesional de enfermería”. El mismo será el encargado de retomar el ciclo tras las vacaciones de verano, concretamente el 10 de octubre, en este caso para exponer el asunto del control del estrés en enfermería. Una última mesa redonda, en fecha aún por determinar, analizará la investigación y elaboración de guías y protocolos, que será moderada por el enfermero Luis Fraile y contará con participación zamorana.
Publicado en El Adelanto de Salamanca, 15.05.05

Encuesta en los equipos de Atención Primaria sobre los trastornos alimentarios


ESCASO CONOCIMIENTO MÉDICO DEL PROTOCOLO CONTRA LA ANOREXIA
  • Más de la mitad del personal ha atendido entre 1 y 5 casos en un año
  • Piden un abordaje “claro, coordinado y especializado” de estas enfermedades
Olga Prieto. Salamanca. 

Ocho de cada diez médicos de Atención Primaria de la capital admiten que no conocen los protocolos establecidos para el tratamiento y los cuidados de Enfermería que precisan los paciente de anorexia y bulimia. Asi lo pone de manifiesto una encuesta realizada por la Asociación de Afectados por Trastornos Alimentarios de Salamanca (ASTRA), que ayer clausuró las terceras jornadas regionales dedicadas a estas patologías. 

Como explicó Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga y colaboradora de la agrupación, aunque el estudio no tiene validez científica o estadística, porque se limita a recoger datos cuantitativos, los resultados son significativos, porque “las respuestas son reales” y ofrecen una idea de la situación actual en Salamanca. 
De este modo, durante el trabajo se enviaron 648 encuestas a todos los profesionales de los equipos de salud, incluyendo médicos, pediatrias, enfermeros y trabajadores sociales. “Sólo devolvió el cuestionario uno de cada tres trabajadores de Atención Primaria, y no sabemos si esto se debe a una cuestión de saturación laboral o a que están poco motivados en relación a los trastornos de la alimentación”, indicó la especialista. 
Respecto al escaso conocimiento reconocido por los facultativos de la capital sobre los protocolos elaborados para el abordaje de estas enfermedades, Gutiérrez Salegui señaló que desde ASTRA “agradecemos la honradez de las respuestas, que nos hace reiterar la necesidad de facilitar información y formación a los sanitarios, entre otras cosas porque ellos mismos lo demandan”. En el estudio también se refleja la importante prevalencia de los trastornos alimentarios, ya que el 56 % de los encuestados ha señalado que en el último año ha observado entre uno y cinco casos en sus consultas. “Entonces, ¿qué han visto los 400 que no han contestado al cuestionario?”, se pregunta la psicóloga, quien insistió en la necesidad de conseguir “un abordaje claro, coordinado y especializado” de la anorexia y la bulimia. 

“La detección precoz es el mejor factor de curación de estos trastornos, y por eso necesitamos una red asistecial efectiva, aprovechando de forma adecuada los recursos que hay y, sobre todo, en base a la formación, aunque no nos podamos plantar los ‘lujos’ de dotación que existen en Cataluña”, destacó. En este sentido, Ana Isabel Gutiérrez se refirió a lo esencial de un plan de hospitalización integral que incluya un hospital de día coordinado con una unidad de hospitalización específica”. 

PARTE DE LOS SANITARIOS CREE QUE HAY CAUSAS EDUCACIONALES

Ana Isabel Gutiérrez indicó ayer que el estudio ha arrojado algunos resultados sorprendentes, como el que se refiere a la opinión de los profesionales de Atención Primaria sobre las causas de estos trastornos. “Consideramos muy bueno que el 70 % de quienes han contestado el cuestionario considere muy graves estas enfermedades, pero hemos observado que el 35 % piensa que se trata de un problema educacional”, explicó la psicóloga. A este respecto añadió: “Esto quiere decir que 70 de los 210 trabajadores que han respondido dicen que parte de la responsabilidad es de las familias. Pero entonces, ¿por qué de cuatro hermanos sólo enferma uno, si se supone que han recibido la misma educación? Estos datos demuestran poca sensibilización, porque la anorexia y la bulimia son patologías multicausales, y si los padres reciben estas respuestas en las consultas, perciben que una parte de la culpa es suya”. 

Tras remitir las encuestas a los equipos de salud, ASTRA comprobó que sólo fueron devueltos 210 de los 648 cuestionarios enviados. “El colectivo que más se ha implicado ha sido el de los trabajadores sociales, en elque ha respondido el 50 %; los médicos y los enfermeros lo han hecho en un 30 %, pero llama la atención el escaso 6 % de los pediatras”, aclaró la especialista, quien considera que las jornadas de ASTRA han servido para avanzar en la denuncia de la actual situación deficitaria.
Publicado en El Adelanto, 10.05.05

PRESENTACIÓN DE LAS III JORNADAS DE TRASTORNOS ALIMENTARIOS


EL 10 % DE LOS AFECTADOS POR ANOREXIA O BULIMIA PUEDE MORIR
  • Uno de cada 10 adolescentes y jóvenes padece estos problemas
  • La asociación exige una unidad de tratamiento específica

O. Prieto. Salamanca

Los trastornos de la alimentación constituyen la tercera causa de muerte entre los adolescentes y jóvenes, por detrás de los accidentes y del consumo de drogas. Además, se situan en el primer lugar de las enfermedades mentales con más riesgo de mortalidad, por delante, incluso, de la depresión. La psicóloga Ana Gutiérrez expuso ayer así la gravedad de estas patologías, que pueden llegar a afectar a uno de cada diez niños.

“El 30 % de los pacientes va a cronificar el trastorno y, de ellos, el 10 % está en riesgo de fallecer”, indicó la especialista, que colabora con la Asociación de Afectados por Trastornos Alimentarios de Salamanca (ASTRA), y que señaló que el fallo cardiaco y el suicidio son los principales motivos por los que se producen estas muertes. 

Para llamar la atención sobre la importancia de estas enfermedades, principalmente la anorexia y la bulimia, la agrupación ha organizado los días 13 y 14 en el Colegio de Enfermería una nueva edición de sus jornadas regionales, durante las que las familias exigirán de nuevo que se proporcione a los afectados una asistencia integral, que hoy es “deficitaria”. 

A este respecto, la presidenta de ASTRA, María Rosa García Vale, expuso “el dolor tan intenso que sufren los familiares y los enfermos” cuando un hogar “de paz y tranquilidad se convierte en un infierno, y surge la sensación de impotencia, de caos, de sentirte incomprendido y perdido, porque ves que tu hijo se muere y no puedes hacer nada”. 

Por ello, la asociación demanda desde hace año a la Administración “una atención sanitaria integral subvencionada por el sistema público de salud”, en la que consideran fundamental la creación de una unidad específica de diagnóstico y tratamiento -espera “que este año sea una realidad en Salamanca”- “con una cantidad adecuada de profesionales especializados y protocolos de actuación”. 

Asimismo, la psicóloga y la presidenta de la entidad pidieron un hospital de día para el tratamiento ambulatorio de los enfermos, y lamentaron que la falta de formación esté generando que algunos médicos “no quieran atender estos casos”. 

Por su parte, la presidenta del Colegio de Enfermería, Carmen Sánchez Macarro, explicó que hoy comenzará un curso dirigido a enfermeros, paralelo a las jornadas, durante las que también se realizará un taller de comunicación entre padres e hijos, y que será impartido por los prestigiosos profesores del Instituto de la Conducta Alimentaria de Cataluña.

+ DATOS
SIGNOS DE ALERTA
  • Los especialistas están comenzando a recibir afectados de hasta 9 años, en los que las secuelas pueden ser “muy graves”. Entre los signos que puedan hacer sospechar la existencia de un trastorno alimentario, Ana Gutiérrez destaca la pérdida de peso en el caso de la anorexia y los “atracones” a escondidas en la bulimia.
  • “Les cambia el carácter, se vuelven contestones y más aislados; hacen cosas con la comida, como cortarla en trocitos o rasparla; tienen frío constante, sobre todo en las manos y los pies, y comienzan a poner excusas para evitar actos sociales relacionados con la comida”, añade la especialista.
Publicado en La Voz de Galicia, 18.04.05
 “HAY MÁS ANOREXIA Y BULIMIA, Y A UNA EDAD MÁS TEMPRANA”
Ésta y otras profesionales están impartiendo charlas en los institutos de la ciudad, dentro de la campaña “Non só comas, aliméntate”

B. Lázare. Lugo.

Las campañas de concienciación desarrolladas hasta ahora sobre la anorexia y la bulimia, lejos de hacer mella en los jóvenes, se están mostrando ineficaces, porque este grave problema está en aumento. Pero tampoco hacen mella en los diseñadores de ropa y demás sectores económicos, que siguen haciendo grandes negocios a costa de la salud, e incluso de la vida, de personas de muy corta edad, según señala Ana Isabel Gutiérrez, psicóloga que, junto con la enfermera Isabel Casal y otros especialistas, dan charlas en siete institutos y colegios de la ciudad, organizadas por el Concello de Lugo.

-Las iniciativas para combatirlo consiguen reducir este problema entre los adolescentes?
-No. Cada vez hay más anorexia y bulimia, y a una edad más temprana. La relación es de nueve niñas por cada niño, pero entre éstos están aumentando los casos, y en las niñas bajó la edad de inicio de los doce a los nueve años.

-¿A qué es debido?
-Las niñas entran antes en la adolescencia, se maquillan e imitan las actitudes de las mayores.

-¿Es más difícil tratar la anorexia o la bulimia?
-Las dos son difíciles, pero depende del tiempo que esa persona lleve con el problema y de aspectos como conflictos familiares de fondo, la personalidad y también la actitud de los padres, que a menudo quieren hijos perfectos y les exigen mucho, a pesar de que ellos no alcanzan ese nivel o esas características físicas.

-A estas alturas todos somos conscientes de la gravedad del problema menos quiénes lo sufren.
-El problema es que hay cinco voces luchando en favor de la prevención y 5.000 que les están diciendo: “adelgaza”. Es un problema de aplastamiento por parte de la industria de la delgadez, que se aprovecha de un negocio muy grande que hay detrás.

-¿Hay un doble discurso por parte de los diseñadores de ropa, publicistas y de otros sectores?
-Creo que sí. Hubo un compromiso de no hacer tallas menores de la 38, pero la saltaron cambiándolas y creando un caos.
Publicado en Carpe Diem, revista cultural del I.E.S. Pérez Comendador de Plasencia, enero 2004

TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTICIA 
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE UNA PSICÓLOGA: ANA ISABEL GUTIÉRREZ

Por María Elena Alonso Gracia, 4º ESO

El trastorno de la conducta alimenticia es un problema relacionado con la autoestima, es decir, una persona que no se quiere por no está conforme con su forma de ser ni con su físico.

El otro día mantuve una conversación con una buena amiga que es psicóloga. Se llama Ana Isabel Gutiérrez y es especialista en el tema de la anorexia y la bulimia. 

Hablando con ella me interesé por su profesión y, muy amablemente, me dio información sobre el tema desde el punto de vista un profesional. En este artículo incluyo ideas que ella me contó, afirmaciones suyas.

Le pregunté cómo se empezaba a tener trastornos de la conducta alimentaria y me dijo: “Una persona comienza teniendo trastornos cuando se salta comidas tan importantes como el desayuno, la comida, la merienda o la cena. A continuación, tomando laxantes, provocándose el vómito o haciendo gimnasia en exceso. Éstos son los factores esenciales con los que realmente una persona empieza a padecer bulimia, anorexia o ambas”. 

“Los bulímicos o anoréxicos saben perfectamente que tienen una enfermedad pero, por miedo a la represión de la sociedad y por miedo también a que les pongan un tratamiento para ganar peso, prefieren ocultarlo”. 

“Los que padecen cualquiera de estas dos enfermedades se ven gordos, pero en realidad no es así, es simplemente que no están conformes con su cuerpo y no se aceptan tal como son”. 

“Una característica de esta enfermedad es que les cambia el carácter cuando están con otras personas. Se vuelven muy alterables y susceptibles y a la vez agresivos verbalmente. Los profesores y los padres podrían darse cuenta de que sus alumnos o sus hijos tienen este problema, simplemente porque se ve en el estado de ánimo que tenga la persona, puesto que al principio de la enfermedad no se ven en el físico”, nos cuenta Ana Isabel Gutiérrez. 

“En cuanto te des cuenta de que alguien tiene un problema alimentario, lo que tienes que hacer es apoyarle de forma que confíe en ti para que lo cuente. Una vez alcanzado el primer nivel de aceptación, viene lo más difícil, convencerles de que tienen un problema y que tienen que acudir a un especialista para que éste les ayude a asimilarlo y a eliminar por completo el problema”. 

“Tenemos que tener en cuenta que el porcentaje de fallecimiento es del 10 %, lo que indica que es muy alto y que hay que conseguir que se reduzca al 0 %”. 

“Por eso quiero concienciar a todas las personas de que esta enfermedad significa ‘muerte’ y que somos muy jóvenes para morir”. 

“Por favor, si tenéis este problema, acudid a un especialista, podéis salvar vuestra vida o la de los que están a vuestro alrededor”. 

“Un anoréxico evita comer porque se cree que cualquier cosa que coma le engorda. Empiezan por comer poca cantidad de comida y lo único que toman son productos light, sin grasas y siempre mirando las calorías que ingieren en cada alimento”. 

“Suelen padecerlas por falta de seguridad en sí mismas y normalmente esa inseguridad la pagan con las personas que más quieren”. 

“Los bulímicos comen compulsivamente porque tienen necesidad, pero luego les da un remordimiento de conciencia y piensan que no tendrían que haber comido nada, por lo que deciden expulsarlo de su cuerpo como sea. Normalmente lo hacen provocándose el vómito o tomando laxantes”.

“A diferencia de los anoréxicos, ellos no miran las calorías e ingieren cualquier producto para saciar su ansiedad”. 

“A los bulímicos se les puede ver que padecen esa enfermedad porque cuando vomitan, normalmente utilizan los dedos y los ácidos del estómago van desgastando y manchando los dientes y las uñas de los dedos. La característica de los que padecen las dos enfermedades es que, aparte de que no comen nada, lo poco que comen, lo que tienen en sus estómagos, lo vomitan o consguien expulsarlo mediante laxantes”. 

Si tienes este tipo de problema o crees tenerlo, por favor, llama o contactar con cualquier especialista. ¡Salva tu vida!
Publicado en Mujer, boletín de la Asociación 8 de marzo, octubre 2002

ACTIVIDADES REALIZADAS POR LA ASOCIACIÓN 8 DE MARZO

El pasado año se realizó en el mes de diciembre, en el Complejo Cultural Santa María de Plasencia, un curso titulado “Trastornos de la Conducta Alimentaria: Anorexia y Bulimia”. Este curso, que tuvo una gran aceptación entre la población de Plasencia, fue impartido por la psicóloga clínica y especialista en esta materia, Ana Gutiérrez Salegui.


(…)

Este invierno, específicamente del 18 al 22 de noviembre, se impartirá otro curso dirigido a personal sanitario y a personas sensibilizadas contra los malos tratos. Se titulará “El Maltrato como Patología Social. Estrategias para abordarlo desde el sistema sanitario”. Este curso entra a formar parte de las actividades dedicadas a conmemorar el 25 de noviembre, Día Internacional de los Malos Tratos contra la Mujer. Ana Gutiérrez Salegui vuelve a colaborar con esta asociación siendo ella la monitora. Si deseas más información dirígete a nosotr@s en nuestra sede o al teléfono 619575800. Si prefieres el correo electrónico, ésta es nuestra dirección: mujerochodemarzo@yahoo.es.
Publicado en Mundo Sanitario, enero 2000.

Jornadas Agenda 2000 de FUDEN

“LA ENFERMERÍA ES CLAVE PARA EL DIAGNÓSTICO PRECOZ DE LA ANOREXIA Y LA BULIMIA”

A las nuevas epidemias de fin de siglo, la anorexia y la bulimia, se dedicó la primera jornada de las que SATSE y la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN) tienen previsto celebrar en Madrid a lo largo de este año. Este ciclo de conferencias, que se ha llamado Agenda 2000, nace con el objetivo de analizar y debatir, desde la enfermería, los problemas de la salud que más preocupan a la sociedad. 

Patricia Martínez. Madrid.

La inauguración del encuentro “Las nuevas epidemias: los trastornos de la conducta alimentaria. Anorexia y Bulimia” corrió a cargo del subdirector general de Epidemiología del Ministerio de Sanidad y Consumo, Enrique Gil López, quien no dudó en calificar estas enfermedades de epidemias. 


La gran dificultad estriba en “qué hacer, cómo incidir, ya que es un problema con muchas aristas”, señaló. En este sentido, subrayó que “el proceso de la anorexia y la bulimia está condicionado por el diagnóstico precoz y es aquí donde la enfermería es vital para detectar cuando se está produciendo la enfermedad”. 
IMPORTANCIA DE LA FAMILIA
La jornada contó, además de con un numeroso público, con reconocidos expertos en la materia.Francisco Duque, psicólogo clínico del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, destacó el papel fundamental de la enfermería en el buen funcionamiento de la Sanidad. “El problema -aseguró- es que la enfermería ni se lo cree. Es el estamento hospitalario que mejor funciona, el que más relación tiene con el paciente. No os relacionáis con una vesícula o un corazón”, dijo a los 150 enfermeros asistentes, pero “os falta un empuje para que midáis vuestras fuerzas”, añadió.

Al margen de estas consideraciones, Duque habló de los factores medioambientales que influyen en los trastornos de la conducta y señaló como los más importantes las profundas transformaciones sociales que estamos viviendo, como el cambio que se está produciendo en el ámbito tradicional de la familia. “La familia es importantísima en las primeras fases de desarrollo del individuo, y cuando ésta no tiene unos roles claros, el niño no encuentra una identidad propia. Es precisamente de un trastorno de personalidad no consolidada de donde emanan estos dos trastornos de la conducta”, aseguró.

La Jornada se completó con las ponencias de Felipe Vadillo, enfermero de atención primaria y especialista en Psiquiatría del Insalud, y de Ana Gutiérrez, psicóloga y técnico especialista en este tipo de trastornos.

INFLUENCIA DE LO SOCIAL

Gonzalo Morande, psiquiatra y jefe de sección adscrito a la Unidad de Psiquiatría del Hospital Niño Jesús de Madrid, señaló que los adolescentes tienden a imitar determinadas conductas y una de las conductas de riesgo más populares es la de adelgazar. “El 23 % de la población mayor de 18 años hace dieta. El porcentaje aumenta si incluimos a los adolescentes. La insatisfacción de las chicas con su cuertpo es un factor a destacar y la mayoría de los enfermos de anorexia y bulimia son mujeres jóvenes y, sobre todo, psiquiátricamente vulnerables”, afirmó.

Morande destacó que la obsesión de muchas mujeres por bajar de peso no es nueva, sio que existe desde hace siglos, pero “si antes se adelgazaba por motivos religiosos lo que existe ahora es el temor a engordar y esto, que sí es nuevo, parece estar influido por lo social”.

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