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Abogados del Turno de Oficio, maltratados por los poderes públicos

La situación se radicaliza en determinados lugares. En Castellón, un joven letrado afronta una huelga de hambre al tener pendiente de pago casi 8.000 euros.
 

Lograr las mismas remuneraciones en cualquier lugar de España y tener proceso más ágil de pago, son las reivindicaciones de los más de 42.000 abogados del Turno de Oficio, profesionales que cuidan los derechos de los más desfavorecidos en unas condiciones lamentables que reclaman al Gobierno que salga de las urnas. En estos días este colectivo vuelve a ser noticia por la decisión tomada de un joven abogado de Castellón, adscrito al Turno de Oficio, de emprender una huelga de hambre hasta que se le sea abonada la cantidad que se le debe, sobre los 8000 euros. Javier Díaz-Flores, (en la foto) adscrito a los Turnos de Castellón y Valencia solo ha recibido buenas palabras de los decanos de estos colegios y escasa comprensión de la Generalitat Valenciana que afirma estar en bancarrota.  Mientras tanto sus compañeros de ALTODO y APROED se han solidarizado con la iniciativa de este joven letrado, que hace un año superó un cáncer, ante la preocupación de su madre y novia. La espera se hace eterna y todo el mundo espera la aportación del Ministerio de Hacienda al FLA, Fondo de Liquidez Autonómico a mediados de mes para que el Turno de Oficio en Levante quede regularizado. Mientras tantos muchos abogados como Javier se autofinancian para llegar a fin de mes, sin dejar de atender sus compromisos profesionales hacia los ciudadanos más desfavorecidos.
Hablamos con Javier Díaz-Flores; su gesta ya está publicada en un periódico de Levante  y gracias a compañeros de Madrid hemos podido localizarle. Mañana miércoles será su décimo día en huelga de hambre. Castellón y Valencia son las ciudades donde realiza el Turno de Oficio desde hace dos años. “Llevamos seis meses sin cobrar y la situación es crónica. Me enfadé mucho cuando recibí circular del ICAV valenciano anunciándonos una regulación de los pagos, cuestión que no se ha logrado. No podemos cobrar a dos euros neto la hora”, afirma. A su juicio, el cambio político en la Comunidad Valenciana, con la coalición PSOE-Compromis, no ha solucionado el problema que ellos denunciaban en la oposición. “No hago esto por dinero, sino por dignificar nuestra actividad. El mensaje que se manda desde los poderes públicos es marginal, similar al que se ha dado con la Ley de Dependencia. Nosotros defendemos a los más desfavorecidos pero parece que no importa”, indica.
A juicio de este joven jurista, que sigue trabajando pese al ayuno que realiza, con este tipo de situaciones que sufren los abogados del Turno de Oficio, está en peligro el Estado de Derecho y nuestra democracia. “Ahora en campaña electoral se habla de recortes en sanidad y educación pero de Justicia no se habla nada. En uno de los mítines últimos fui a saludar a la Consellera Gabriela Bravo con quien puede conversar sobre este tema. Me afirmo que hay que esperar al FLA, Fondo de Liquidez Autonómico para que podamos cobrar; todo está tramitado pero no hay dinero para pagarnos, nos comentó. Me pareció una persona cercana y amable pero incapaz de dar una solución”. Respecto al resto de partidos políticos, nuestro interlocutor nos revela que ninguno le ha llamado o preocupado por su situación. “Creo que harán el pago antes de las elecciones para intentar ganar más votos”, señala y notamos que su ánimo se encrespa. A su juicio, ese dinero recaudado por las tasas judiciales, tal y como dice la propia ley en su artículo once, debería revertir en la mejora de la Justicia Gratuita.
Cuando contactamos con la Generalitat Valenciana un portavoz de la misma nos corrobora las palabras del propio Javier. La falta de liquidez es alarmante y se espera que el FLA reordena la situación financiera de esta CCAA. Reconocen que ese dinero de Hacienda debería haber llegado el 1 de noviembre y ahora se espera para mediados de este mes.  Y es que a todos los proveedores a los que la Generalitat les debe más de un millón de euros no está cobrando ninguno. “Las arcas están vacías, no hay un euro”, comentan. Las prioridades pagos las marca la ley: la propia Generalitat está pagando los intereses de una deuda que sobrepasa los 40.000 millones de euros y el resto va para farmacias.  La llegada del FLA, es por ello, necesaria para que los proveedores y abogados del Turno de Oficio cobren lo que se les adeuda.  Ya la propia Consellera Bravo cuando vino a Madrid a firmar un convenio con el Ministerio de Justicia anticipada esta situación de bancarrota. También se espera que con los nuevos Presupuestos desde el 1 de enero se reconduzca la situación. Sobre Lexnet y la justicia digital, son conscientes en Valencia que no llegarán a esa fecha a tener las comunicaciones electrónicas desarrolladas al cien por cien.
Turno de oficio, perseguido por Competencia
Comisión de Justicia Gratuita del CGAE, Javier LaraDesde la Comisión de Justicia Gratuita del CGAE, su presidente Javier Lara ha entrado en contacto telefónico con el propio Javier Díaz-Flores para darle ánimo y ponerse a su disposición. “La situación del Turno de Oficio es preocupante, tanto por los pagos escasos y que se demoran como por el afán de Competencia de perseguir el trabajo que hacemos los Colegios de Abogados en esta práctica. “Al mismo tiempo nos señala que cada vez más las diferentes administraciones ponen más trabas burocráticas para pagar y así dilatar los pagos. En Andalucía se ha implantado un programa informático que pide unos datos que es imposible que facilitemos nosotros, si no los das, no te pagan”, comenta. Para este letrado, vinculado, pese a ser decano de Málaga al Turno de Oficio, es la primera vez que conoce de una iniciativa como la de Javier en cuanto a poner en marcha una huelga de hambre. “Se han producido muchas manifestaciones y encierros pero actitudes de este tipo, creo recordar que es la primera que se ha puesto en marcha de esta manera”.
Sobre la persecución que Competencia hace a los Colegios de Abogados por la propia Justicia Gratuita, Lara señala que “no han entendido que esta práctica es un claro ejemplo de servicio público de ayuda al ciudadano más desfavorecido. No puede ser que un abogado de Málaga esté dado de alta en el Turno de Oficio de Gijón y si lo impides te sancionan con multas indecentes, como la que nuestro Colegio de Málaga ha recurrido de 99.000 euros”, aclara.  Al mismo tiempo la propia Competencia cuestiona los criterios orientativos que los Colegios establecen para tasaciones de costas y  juras de cuenta de forma irracional. “No nos dejan aplicar estos criterios y si no son correctos pueden llegar a sancionar también al propio abogado con la imposición de costas por haber hecho mal la citada tasación”, apunta.  Al nuevo Gobierno que salga de las urnas el próximo 20D le pide que considere a la Justicia Gratuita como algo clave para el Estado de Derecho. “No se puede ampliar el número de beneficiarios si no hay cobertura presupuestaria adecuada para que los abogados del Turno cobren”, afirma.
El corto plazo del Turno de Oficio pasa por actualizar los baremos en cuantía y conceptos y garantizar ese pago, que, hoy por hoy en muchas CCAA es una entelequia. “ en muchas situaciones cuando se le deniega al ciudadano la Justicia Gratuita, nos vemos y deseamos los abogados para cobrar ese servicio.  Hemos intentado que esa garantía de cobro estuviera en la reforma de la Ley de Justicia Gratuita, al final paralizada por el Ministro Catalá, creemos que con buen criterio porque había elementos polémicos que no nos convencían a la abogacía”; subraya. Para este jurista, abogado del Turno ejerciente, es inexplicable que un divorcio se pague de diferente manera en función de la CCAA donde uno esté.  “Lo lógico es que hubiera un baremo único uniformado en Justicia Gratuita en cualquier parte del país. Ahí, sin embargo, volveríamos a toparnos con Competencia aunque hablamos de un servicio público”. Lara es partidario de penalizar a la administración que no fuera diligente en los pagos.
Ayuno, una práctica con muchos riesgos
Javier reconoce que ahora el día se le hace aún más largo. “Tengo otras cinco horas adicionales que corresponden a las comidas, que ahora no utilizo. Procuro descansar en esos momentos porque empiezo a notar el cansancio” Con el ayuno que realiza y su presencia en redes sociales está haciendo visible un problema que ya conocen otros compañeros que trabajan en el Turno de Oficio.  “Toda mi familia me intento disuadir para que no tomara esta decisión pero al final tomé la decisión y aquí estoy. He tenido las llamadas del presidente de la Confederación Nacional del Turno de Oficio; de Javier Lara, presidente de la Comisión de Justicia Gratuita del CGAE y muchos compañeros que no conozco pero que han querido solidarizarse con mi situación”, indica. Confiesa que está dispuesto a llegar hasta el final aunque la semana que viene irá a ver a su endocrino que le hará un chequeo “padecí cáncer de tiroides que superé por lo que los controles que llevo son estrictos”, afirma. Un combinado de agua, limón, sirope de arce y canela, a modo de suero le dan las energías para seguir su trabajo en el Turno.
Es Ana Isabel Salegui, psicóloga clínica y forense y Master en transtornos alimentarios. Conoce muy bien estos casos y ha contactado con Javier para darle algún consejo. “Cuanto más se mantenga la situación de inanición, mayor número de síntomas irán apareciendo y se irán agravando los existentes. Sequedad de la piel, problemas visuales por déficit de vitamina A, fragilidad de los anejos cutáneos…y un interminable etcétera, ya que hasta la última célula del cuerpo tiene necesidad de alimentarse.” Para esta experta “cuando el cuerpo, ya con un nivel extremo de adelgazamiento o emaciación, ha agotado las proteínas musculares disponibles en los “grandes músculos”, brazos, torso, piernas… se verá obligado a recurrir a otros músculos, los que se encuentran en vísceras como el corazón, es la “depleción proteica visceral”. Es en este momento cuando puede aparecer una lesión cardiaca”. También es consciente que el cerebro puede verse afectado en este tipo de situaciones límites. Sobre el proceso de recuperación advierte que debe hacerse con cuidado: “ya que hay que volver a poner en marcha un organismo cuyas funciones se han ralentizado y no hay que olvidar la premisa clínica de que “lo que no se usa se atrofia”. Se debe hacer lenta y progresivamente para evitar el Síndrome de Realimentación, no exentos de riesgos graves. Asimismo se debe ir introduciendo de forma paulatina el ejercicio con el fin de recuperar la masa muscular perdida.”

El artículo original en LawyerPress

 

Artículo publicado en Para tod@s, todo.

La psicóloga Ana Isabel Gutiérrez Salegui desmonta los productos que “enriquecen a la industria y no mejoran nuestra salud”. “Nos han hecho creer que el que no se cuida a día de hoy es como un toxicómano de los años setenta”, sostiene la autora.

Somos lo que comemos. Cuántas veces hemos escuchado esta frase. Pero si hacemos un recorrido por las estanterías de un supermercado, lo que comemos tiene más que ver con el aire que con otra cosa.
Con bífidus, con Omega 3, sin colesterol ni grasas saturadas, sin gluten, libre de lactosa,  ayuda a reforzar nuestras defensas… Son las etiquetas con las que nos bombardean día a día. Parece que los productos normales, han dejado de serlo y que para resultar atractivos tengan que presumir también de supuestas bondades que, en realidad, no tienen, pero con las que “engañan” al consumidor para incentivar su compra.
Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga experta en trastornos de la conducta alimentaria, se encarga ahora de desmontarlos en un libro cuyo título  advierte ya de lo que vendrá después, Consume y Calla (Editorial Foca), en el que desenmascara a una industria a la que responsabiliza de “las enfermedades de la sociedad occidental”. Diabetes, hipertensión, bulimia, anorexia… Lo hace a través un trabajo pormenorizado en el que nos descubre los trucos y estrategias a los que recurre la industria alimentaria para crearnos la necesidad de consumir determinado tipo de productos.
Gutiérrez empieza a disparar. Le toca al Omega 3, tan pregonado en leches, yogures, embutidos e incluso huevos. “La cantidad que contienen estos productos es mínima en comparación, por ejemplo, con el que tienen una sardina, y el efecto en la salud también lo es. Tendríamos que tomar seis litros de leche para notar resultados. Pero, en realidad, se acaba perjudicando la salud, porque la gente deja de tomar cosas que sí son saludables y equilibradas, por ejemplo esa sardina”.
En este caso, los perjuicios para la salud vienen por defecto. Pero en otros, el consumo de ciertos productos sí se ha demostrado perjudicial por sí mismo. “Un simple diurético o laxante te puede acabar matando de un paro cardíaco si pierdes demasiado potasio”. Ambos productos se anuncian con tranquilidad.
En el acto de consumir entra en juego todo un aparato de la persuasión, más complejo de lo que pensamos. Y dentro de él, esta experta no se corta al hablar de responsabilidades.  “Aquí tenemos una especie de círculo perverso, maquiavélico. Empieza en los medios, que nos presionan de forma brutal para que estemos delgados, jóvenes y sanos. El que no se cuida a día de hoy es casi el equivalente a un toxicómano de los años setenta”, lamenta Gutiérrez,
“Tenemos obsesión por estar jóvenes, guapos y sanos. Ese es el pack. Y esos mismos medios, nos publicitan además unos productos que nos prometen estar así. Nosotros, que tenemos el cerebro lavado, nos lo creemos, porque confiamos en que exista una regulación para que no haya mentiras, y nos fiamos también de las empresas y los establecimientos que nos lo venden. Si nos lo venden en farmacias, dices, esto tiene que ser bueno. No es que sea malo, pero bueno tampoco”.
De controlarlo se encargan ciertos organismos, como la Agencia Española del Medicamento o la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Esta agencia empezó en 2007 a realizar comprobaciones de los productos, ante el auge de estos alimentos funcionales y la preocupación de los consumidores por su efectividad. Algunas marcas se someten incluso voluntariamente a ellos, aunque el veredicto no resulte a veces de su agrado. Sólo en 2010, emitió un resultado negativo sobre más de 800 supuestas propiedades saludables de estos alimentos. En algunos casos, por no estar científicamente demostradas. En otros, por no ser suficientes para publicitarlas. Ocurrió, por ejemplo, con productos que decían ayudar a regular la tensión a través de los péptidos de la leche.

Uno de los casos más conocidos fue el que obligó a Danone a retirar su publicidad sobre los beneficios del Actimel en las defensas, por considerar que inducía al engaño. La empresa aportó  varios estudios científicos para avalar el producto, pero finalmente acabó modificando su publicidad. Si bien dejando claro, que no dudaba de su eficacia.

Mensajes trampa
Para esquivar posibles sanciones, los cerebros del márketing de estas empresas han elaborado toda una serie de “mensajes trampa”, capaces de situarse en la legalidad, consiguiendo en los consumidores el efecto deseado.  “En la publicidad nos dicen… Cuida tu corazón. Pero en realidad nos están diciendo que lo cuides tú, no que lo cuide el producto. De esta forma, el mensaje que emiten puede ser perfectamente legal, pero el que la gente comprende es totalmente distinto”, dice Gutiérrez, apuntando a un caso fácilmente reconocible. “Todos conocemos un anuncio de un embutido que lleva un corazón dibujado. Esto es legal, no nos está diciendo nada, pero la gente lo interpreta como que es bueno para el corazón”.
La picaresca reside incluso en el tamaño de las letras. Así, la parte del envoltorio o de la publicidad donde se nos dice que el producto no tiene ciertas propiedades está escrita en caracteres diminutos y en un color que no contrasta con el fondo. La ley lo permite, claro, pero se trata de algo de dudosa moralidad de cara al cliente.
“Hay anuncios que permite la ley, otros que cumplen la normativa pero inducen al engaño y luego hay muchos otros que directamente vulneran la normativa existente en materia de publicidad alimentaria”, sostiene la autora.
Así, por ejemplo, la normativa prohibe que en la publicidad de alimentos salgan médicos, “o gente que parezca médicos, aunque sean actores”… pero todos conocemos casos en los que sí aparecen. También están prohibidos aquellos que publiciten “seguridad de alivio o curación cierta”, sobre todo en temas de obesidad e insomnio. En muchos casos, esto se vulnera. “Son alimentos, no medicamentos, y por tanto no se puede decir que son terapéuticos para una enfermedad”. De hecho, ¿Cuántos llevan el aval del Coelgio de Médicos? “Ninguno”, sentencia.
En otros casos, los productos son estafas en toda regla. “Son productos que anuncian: pierda 19 kilos en 10 días. Las fotos de antes y después y los testimonios de supuestos pacientes también están prohibidos”.  Y basta abrir una revista para encontrarse con dos o más comerciales que ensalzan las virtudes de un producto para bajar de peso o mantener las arrugas a raya, amparándose en los testimonios de varios “supuestos” clientes.
Vulnerar la ley sale más barato que no hacerlo
Aunque la normativa actúe, da la sensación, en cambio, de que vulnerarla sale a estas empresas más barato que no hacerlo, porque los ingresos obtenidos con estos productos superan ampliamente las cuantías de las multas. “Se suele decir que mientras la multa se abarata, a la industria le interesa arriesgarse”. Porque por el simple hecho de que un alimento ponga dos palabras,  “sin gluten”, ya se da vía libre a cobrar  más, aunque resulte un engaño. “Es como decir pera sin gluten y te lo cobramos más. La gente no sabe que las peras no tienen gluten”.
Los mecanismos no resultan a veces suficientes para controlar todos los productos del mercado, y falta conciencia de consumo responsable. “el problema es que mientras en otros países, como EEUU, se denuncia de oficio y hay un seguimiento, aquí no pasa nada. Allí la gente ve algo y por sistema denuncia. Pero aquí tiene que ser algo bestial para que llame la atención”.
Así, recuerda, por ejemplo, el anuncio de una conocida marca de pasta donde se trasladaba que mientras las ensaladas se ponían mustias, los macarrones con verdura no. La Asociación de Usuarios de la Comunicación elevó una queja a la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Publicitaria por entender que se transmitía a los consumidores un mensaje que menoscababa “el crédito en el mercado de dicho tipo de ensaladas”. Casos como este son excepcionales.
¿Cómo evitar entonces que nos engañen? “Con más información y educación, y un control más estricto por parte de las instituciones. Una cosa es que te timen a nivel económico, pero esto puede tener consecuencias para la salud”, advierte, en referencia, por ejemplo, al auge experimentado en los últimos años en trastornos de anorexia y bulimia. “Lo raro hoy en día es tener gente normal. Tenemos obsesos, gente con trastornos de imagen. Estamos en una sociedad en la que comemos con culpabilidad. Y en este marco tenemos que tener mucho cuidado con este tipo de publicidad”.  Se considera que en España existen más de 300.000 pacientes con este tipo de trastornos de la alimentación, una cifra que en los últimos años se ha multiplicado por diez.
En esta sociedad obsesionada que dibuja la autora, amenazan cada cierto tiempo determinadas fobias. “Durante un tiempo, las proteínas estuvieron demonizadas porque se pensaba que provocaban agresividad y todo tipo de enfermedades. Después, con la Dieta Dukan, le tocó el turno a los hidratos de carbono Y ahora estamos con el gluten o la lactosa”.
El poder del lobby alimentario
El poder de la industria alimentaria va más allá de dirigir nuestro brazo hasta un lugar determinado de la estantería. También está detrás de muchas de las regulaciones del sector. Basta un recorrido por las cifras para darse cuenta de su enorme influencia. Sólo las industrias agroalimentarias-30.000 en España- facturan anualmente 84.000 millones de euros.  “El lobby presiona contra las regulaciones. Pasó, por ejemplo, con la ley de alcohol de la ministra de Sanidad, Elena Salgado. La industria del vino hizo tal presión que no se llevó a efecto. Y era una campaña bastante adecuada desde el punto de vista de la salud pública, no por el vino en sí, sino, por ejemplo, por el calimocho, responsable de muchos problemas de salud que tenemos en los jóvenes por el botellón ”.
Salgado negó presiones, pero el proyecto quedó enterrado después de que en las sucesivas reuniones no se lograse un acuerdo con el sector vinícola, muy crítico porque no se les diferenciase del resto de bebidas alcohólicas.  [Fuente: Antropología y nutrición]

Publicado en abc

alejandra rodríguez / madrid
Día 30/07/2014 – 14.07h
La imposición de cánones de belleza irreales y un concepto de la salud y bienestar centrado únicamente en lograr una talla (pequeña) han dado lugar a los ‘falsos delgados’.
Todo el desbarajuste que rige en relación a la conducta alimentaria, la presión social para mantenerse eternamente joven y delgado, la imposición de cánones de belleza irreales y un concepto de la salud y bienestar centrado únicamente en lograr una talla (pequeña) han dado lugar a los ‘falsos delgados’ o TOFI; Thin outside fat inside, sus siglas en inglés.
«Se trata de gente que tiene un peso normal o incluso bastante delgada que sin embargo presenta analíticas y valores clínicos absolutamente desastrosos, así como un riesgo cardiovascular elevadísimo», explica Ana Isabel Gutiérrez.
Los expertos señalan la educación como la clave: replantear el concepto de qué es estar sano y rebajar la presión sobre la imagen
El problema es que estos falsos delgados son muy difíciles de identificar, ya que sus niveles altos de colesterol y triglicéridos, su hipertensión, su grasa visceral o su resistencia a la insulina no se ven; muy al contrario, lucen una imagen saludable simplemente porque no tienen kilos de más.
Los especialistas opinan que el ‘quid’ de la cuestión es el «caos alimentario» reinante, demás de la pérdida de hábitos de vida saludable. «Actualmente, lo que entendemos como cuidarse conlleva estar constantemente a dieta, mantenerse delgado a toda costa y sin esfuerzo aunque para ello haya que recurrir a métodos surrealistas y llevar una vida que es de todo menos saludable; el cóctel es explosivo», explica la psicóloga. ¿Y la solución?
Como casi siempre, la clave reside en la educación. Los expertos coinciden en que es necesario rebajar la presión sobre la imagen, regular la publicidad y llevar a cabo un replanteamiento total de lo que verdaderamente es estar sano y cómo conseguirlo
Link del artículo:abc
  • Los especialistas alertan del incremento de afectados por conductas alimentarias, cada vez más difíciles de detectar. Espido Freire es la última cara conocida en hablar de su experiencia sin tabúes

Cualquiera que mire las estadísticas relativas a los TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria) podría pensar que la situación se ha mantenido estable en los últimos 15 o 20 años, época en la que comenzaron a ser conocidos por el gran público. Actualmente, se estima que entre el 1% y el 3% de la población sufre anorexia nerviosa; que entre el 3% y el 5% padece bulimia y que en torno a un 2% manifiesta lo que se ha dado en llamar trastorno por atracón (ingesta compulsiva en episodios que se repiten con cierta frecuencia). Es decir, prácticamente lo mismo que entonces.
Sin embargo, según el discurso de los especialistas la situación no es, ni de lejos, halagüeña. «No hay cifras oficiales y no tenemos porcentajes precisos, pero sí hemos observado que los perfiles de los pacientes han cambiado mucho y las fronteras entre los diversos TCA se han difuminado. Los clásicos (anorexia y bulimia) siguen existiendo en la misma proporción, pero tenemos además que sumar los llamados TCA no especificados, que en realidad son los que más se diagnostican actualmente», apunta Cecilia Caruana, psicóloga de Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (ADANER), en Madrid.

PERFILES DIFUSOS

Este concepto de TCA no especificado hace referencia a personas que no cumplen estrictamente todos los criterios clínicos para ser diagnosticados de un TCA puro, pero presentan varias conductas patológicas propias de ellos. Así, los terapeutas se encuentran cada vez más trastornos mixtos, incompletos o asociados a otros problemas mentales.

«Indudablemente, tenemos más volumen en las consultas, independientemente de las estadísticas, pero lo verdaderamente destacable es que el diagnóstico y el tratamiento es más complejo porque nos encontramos cuadros clínicos mixtos y también muchas comorbilidades; es decir, otras enfermedades o sintomatología mental asociada al TCA; fundamentalmente trastorno límite de la personalidad y problemas graves de conducta», dibuja Gustavo Faus, director asistencial del Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA) de Barcelona; un centro especializado en el manejo de estas patologías.

De esta manera, y según explican los expertos, los tentáculos de los TCA están empezando a llegar a edades cada vez más tempranas, a mujeres que rondan la menopausia y a los varones. «En realidad, el grueso sigue estando en la adolescencia, pero es cierto que el resto de casos va siendo menos infrecuente», relata José Manuel Moreno, de la Asociación Española de Pediatría.
Este especialista llama la atención sobre un fenómeno que ha influido en este cambio de tendencia. «Se ha adelantado la edad en la que los niños, concretamente las niñas, comienzan a recibir mensajes acerca de la importancia de tener una imagen, una talla y un peso concretos. Es un momento en el que la personalidad apenas está empezando a forjarse y son muy vulnerables».

La escritora Espido Freire coincide en todas y cada una de las apreciaciones de estos expertos y movida precisamente por estos cambios decidió escribir un segundo libro al respecto. En el primero, ‘Cuando comer es un infierno’ (Ed. Aguilar) ahondaba en las causas, secuelas y testimonios de personas que, como ella, habían sucumbido a la bulimia. En el segundo, ‘Quería volar, cuando comer era un infierno’ (Ed. Ariel), Freire refleja esta ampliación de perfiles y la diversificación de diagnósticos. «Los límites y los estereotipos de los TCA se han roto por completo. Aunque no esté diagnosticado, prácticamente todos mantenemos una relación anómala con la comida. El problema es que estamos medicalizados y si no se presenta el cuadro típico completo no se hace nada, cuando en realidad, si se dan dos o más conductas juntas hay que actuar», explica la autora quien, también coincidiendo con el resto de profesionales, apunta que a pesar de todos estos cambios hay cosas que siguen igual; para mal.

LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO

Según denuncian, la conciencia de las familias, el entorno escolar y las propias pacientes ha evolucionado a mejor; por eso el diagnóstico cada vez es más precoz (lo cual es beneficioso). Sin embargo, no ha sido así en otros aspectos como la presión social sobre el físico, el desorden alimentario (oferta no saludable, horarios irregulares, normalización de dietas de riesgo…), la banalización de la cirugía y otros procedimientos estéticos que te hacen creer que puedes cambiar tu imagen ilimitadamente y, sobre todo, la percepción que tenemos de lo que realmente es un TCA.

Y es que aún persiste la idea de que se trata de un problema de adolescentes o de niñas tontas que aspiran a ser modelos, cuando en realidad son problemas mentales mucho más complejos que se manifiestan en una conducta alimentaria anómala, pero que van mucho más allá. Por este error de concepto, se está obviando a pacientes masculinos o a mujeres adultas (y mayores), a personas que no tienen problemas de peso evidentes y a las enfermas que no están curadas del todo. «Una de las características de estos pacientes es su capacidad de adaptación, así como su perfeccionismo. Así, si únicamente prestamos atención a su relación con la comida y a su peso, en cuanto hayan logrado pesar lo adecuado se les dará el alta, pero el problema seguirá larvado, con el consiguiente riesgo de cronificación y recaídas», apostilla la portavoz de ADANER.

Con respecto a los varones, «progresivamente, la presión sobre la imagen de los hombres está adquiriendo los mismos tintes negativos que sobre la mujer; aunque a ellos lo que se les exige es machacarse en el gimnasio para obtener un cuerpo cincelado, lo que a veces les lleva a obsesionarse con el ejercicio y el control de la dieta, así como al consumo de sustancias poco recomendables», abunda Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga especialista en adolescencia y TCA.

El escenario social y familiar está regido por unas reglas perversas en las que el éxito está asociado indefectiblemente a la belleza exterior y a la juventud; aspectos que hay que lograr de cualquier manera y cueste lo que cueste (económica y emocionalmente) porque de lo contrario «o eres pobre o eres un descuidado», resume Freire.

¿Y cómo se rompe ese bucle nocivo? Además de pedir más atención para la psiquiatría y psicología infantojuvenil, un acuerdo definitivo sobre el tallaje, una mayor formación en hábitos de vida saludable, una menor presión sobre la imagen y el peso corporal, una regulación efectiva sobre los mensajes publicitarios y sobre los medios de comunicación, una articulación óptima de los recursos sanitarios, los especialistas coinciden en un aspecto fundamental que no depende de las instituciones ni organismos reguladores: dar ejemplo.

UN APOYO FUNDAMENTAL

«Los impactos están ahí y no podemos negarlo. Pero la familia es fundamental para acompañar y ofrecer una visión crítica que ayude a los más jóvenes a interpretar la realidad y a ver que la realidad es otra cosa», argumenta Faus.

La nutricionista María Teresa Barahona, quien está a punto de sacar un cuento solidario titulado ‘¡Qué divertido es comer fruta!’, enfatiza este punto. «No podemos pretender que nuestros hijos establezcan una relación saludable con la comida si nosotros mismos estamos haciendo dietas milagro por nuestra cuenta, si permanentemente hacemos comentarios sobre los kilos que nos sobran o sobre el trasero tan gordo que tiene tal o cual persona; es decir, si nosotros mismos no lo tenemos asimilado».

De esta manera, ha de haber coherencia entre lo que se dice y lo que se hace y desterrar la idea de que hay que lograr la perfección absoluta y sin fisuras, así como eliminar la belleza como único parámetro para medir la valía de las personas. En definitiva, inculcar otros valores que no tienen relación con lo puramente físico.

«Incluso en profesiones asociadas a la imagen y a una cierta frivolidad encontramos ejemplos que nos pueden servir como referente porque son buenas profesionales, tienen una trayectoria destacable, se identifican con causas solidarias, son inteligentes… independientemente de que su belleza se ajuste a los cánones o no; pongamos el foco en esto y no solo en las tallas o la comida», anhela Espido Freire.

Para consultar el artículo completo: Link

Publicado en el periódico El Tiempo de Colombia, 25 octubre 2014. 

¿Y SI VOLVIÉRAMOS A COMER COMO ANTES?

En su libro Consume y calla, la psicóloga Ana Gutiérrez desenmascara casos de publicidad engañosa

Por Zulma Sierra.

Comer como en tiempos de la abuela. Esto es lo que, en resumen, recomienda la psicóloga y especialista en trastornos de la conducta alimentaria, Ana Isabel Gutiérrez Salegui. Su último libro, Consume y calla, va de frente contra las grandes multinacionales de la alimentación que anuncian productos milagrosos.

‘Sin conservantes’, ‘cero colesterol’, ‘sin grasas’, ‘refuerza tus defensas’… Son frases tan populares como cuestionables, pues según Gutiérrez, “muchos de los estudios que supuestamente avalan las propiedades de estos productos han sido contratados por las mismas empresas”.

“Consume y calla” se apoya en más de 200 referencias de estudios publicados en revistas científicas o avalados por la Agencia Europea de la Seguridad Alimentaria (Efsa), aunque algunas librerías han preferido no exhibirlo para evitar problemas con las grandes marcas citadas en el texto.

¿Estamos ante casos de publicidad engañosa?

Las grandes empresas juegan con sobreentendidos para quedar en el límite de la ley. Las abuelas se compran el yogur con calcio porque tienen los huesos débiles pero nadie les dice que ciertos tipos de pescado, como las sardinas, tienen cien veces más calcio. Tendríamos que elegir de acuerdo a la información y no a la publicidad, porque estamos hablando de salud.

Las madres buscan alimentos con suplementos vitamínicos, ¿también caen en un error?

Hay un montón de alimentos que en sus empaques dicen ‘con hierro y vitaminas A y D’ en letras muy grandes, pero la información nutricional, que es la más importante, viene siempre en letras pequeñas y difíciles de entender. ¿Cuánto azúcar tiene? 36 gramos en un jugo es demasiado para un niño. Tú a lo mejor dices ‘no le voy a dar una gaseosa que contiene mucha azúcar, sino este jugo con vitaminas’, pero no te das cuenta de que tiene la misma o más cantidad de azúcares y solo ocho gramos de fruta.

Pero sí hay productos bajos en azúcares, ¿o no?

Si dice ‘bajo en azúcares’, mira cuántas grasas tiene. Si dice ‘bajo en grasas’, mira cuántos azúcares tiene. Estos mensajes no significan que el producto sea hipocalórico. Siempre hay que irse a la etiqueta. En Europa fracasó una buena iniciativa que consistía en poner un semáforo nutricional en los productos en los que el rojo significaba ‘comer esporádicamente’; amarillo, ‘comer con moderación’; y verde, ‘se puede comer en cualquier momento’. Las empresas invirtieron más de mil millones de euros para que no saliera adelante.

¿Cuál fue el caso que más le impactó de su investigación?

Hay varios, pero yo hablaría de los yogures para bebés. Marcas muy reconocidas sacaron este producto anunciando que contenía leche de continuación. Un estudio independiente determinó que una de las dos marcas no tenía leche de continuación, de manera que estaba mintiendo y además, las dos marcas ponían grandes cantidades de azúcares y grasas en este producto, superando las recomendaciones de la OMS para bebés. Esto es muy grave, porque los sabores los desarrollamos desde bebés, y con tantos azúcares, están fidelizando a sus clientes desde la cuna.

Y desde niños estamos pidiendo los productos más dulces…

¡Claro! Se supone que dentro de algunos códigos de autorregulación comercial está prohibido poner muñequitos y dibujitos en los alimentos para niños, pero las grandes marcas lo siguen haciendo. Para una mamá en un supermercado es difícil decirle ‘no’ al niño o explicarle por qué no puede llevar ese alimento tan llamativo, pero no podemos dejar en un niño de 4 años la decisión de lo que va a comer. La decisión tiene que ser nutricional. Hay un estudio que descubrió que los niños a partir de los dos años son capaces de distinguir las marcas. La publicidad de alimentos para niños debería estar libre de manipulaciones.

¿Qué quiere decir que un producto sea ‘light’?

Que tiene un 30 por ciento menos de calorías que el producto original. No significa que no tenga grasas ni azúcares. Si el original tiene 1.000 calorías, el light tiene 700. Entonces, si te metes cinco refrescos light, a lo mejor te estás metiendo 3.500 calorías, 1.000 por encima de la dieta total diaria de un adulto.

¿Y la gente que dice que adelgaza sin consumir gluten?

Ahora se pusieron de moda las dietas sin gluten porque algunas famosas dicen que funcionan. No es que dejar de comer gluten adelgace, sino que a lo mejor has dejado de consumir determinados hidratos de carbono y por eso bajas de peso. Si tú no tienes ninguna alergia, no te va a hacer daño consumir pan común y corriente.

¿Quiere decir que el pan no engorda?

No. Es perfectamente saludable, lo mismo que la pasta porque no tienen mucha carga calórica. Lo realmente hipercalórico es la grasa y los azúcares refinados.

¿Cuál es el secreto para una buena salud?

Yo diría que es comer lo que cocinaba tu abuela. Normalmente el almuerzo era un plato grande de sopa con mucha legumbre y verdura, y una carne en el seco. Antes se desayunaba muy bien y se cenaba ligero. ¿Y si volviéramos a comer lo mismo que antes? Nos saldría más barato, estaríamos menos preocupados por la imagen y mucho más sanos.

LA PELIGROSA “GORDOFOBIA”

En su libro ‘Consume y calla’, Ana Isabel Gutiérrez Salegui también analiza las dietas milagro.“Es curioso”, dice, “que en las zonas rurales encuentro gente más delgada y fibrosa. Se alimentan de forma natural y hacen ejercicio sin matarse en un gimnasio”. Gutiérrez alerta de que la gente se cuida de no engordar pero nunca de adelgazar demasiado. “Que una niña de 20 años se pueda quedar en un quirófano por una liposucción de una grasa que no le sobraba, es muy grave”. También advierte sobre los falsos delgados; personas que hacen mucho ejercicio pero cuya dieta es tan cuestionable que pueden tener altos niveles de colesterol.

SOBRE LA AUTORA

Ana Isabel Gutiérrez es psicóloga con especialidad clínica, social y del trabajo, por la Universidad de Salamanca. También es autora de ‘Trastornos del comportamiento alimentario: anorexia y bulimia’ (1999).
Publicado en el suplemento La Otra Crónica, de El Mundo, 31.05.14.

Adelgazar: no existen los milagros
LAS DIETAS: EL NEGOCIO ENGAÑOSO DE MUCHAS FAMOSAS

– Caritina, Terelu Campos, Chabelita, son algunas de las “celebs” que anuncian productos 
– Se cobra hasta 60.000 euros por amadrinar un método para adelgazar 
– ‘Lo más grave es que se presten a vender algo que no está comprobado”, denuncian 
Seis marcas han presentado en el último mes nuevos productos con famosos

Pilar Vidal / José Luis Romo / Antonio Diéguez

Llega el verano y hay quien se prueba la ropa de la temporada pasada con aprensión. Ya es tarde para tomarse la operación biquini en serio, pero desde la televisión rostros famosos como los de Terelu Campos, Chabelita, Isabel Sartorius o Caritina Goyanes animan a perder peso de forma fácil y rápida. Por sus curvas no parece tan sencillo como explican pero, al menos, para ellas es rentable: tratan de quemar grasa mientras engordan su cuenta corriente. Las firmas dietéticas son conscientes de su poder de persuasión entre los consumidores y pagan hasta 50.000 euros a un famoso por anunciar sus productos. Esa cantidad es, por ejemplo, lo que Belén Esteban cobra por promocionar el control de peso de Biocyte, el método con el que intenta rebajar los 18 kilos que engordó con su rehabilitación. Aunque Jorge Javier Vázquez o Carlos Moyá han llegado más alto por anunciar productos de este tipo. 

BOMBARDEO MEDIÁTICO

En el último mes el bombardeo de famosas empeñadas en animarnos a ponernos en forma es constante. Hasta seis marcas han presentado actos, photocalls y campañas con su correspondiente madrina. La última cara conocida en sumarse a la cruzada antigrasa es la de la entrañable Caritina Goyanes. La que fuera musa de la dieta Dukan con escasa fortuna ha vuelto a la carga presentando la Banda Gástrica Virtual Hipnobanda. Se trata de un nuevo sistema basado en la hipnosis que no prohíbe alimentos, sino que enseña a comer sólo cuando se tiene hambre. Según dice a LOC, ha perdido 20 kilos en tres meses. “Para mí es justo la antidieta. A lo largo de mi vida he hecho todas las dietas y con ellas perdía peso pero, en cuanto las dejaba, sufría el efecto rebote. No me servían para nada”. Eso fue lo que le ocurrió con la Dukan. Recuperó los 26 kilos que perdió. Luego apostó por una dieta macrobiótica del doctor italiano Henri Chenot. Pasó dos semanas en el hotel Miramar de Biarritz, donde perdió ocho kilos gracias a la talasoterapia y a una dieta basada en proteínas y verduras. Sin embargo, asegura que la hipnosis es lo que mejor le ha funcionado: “No prohíbe comer nada, sino que simplemente pierdes el apetito y reeducas tu mente a comer cuando se tiene hambre”.

Con este historial yo-yo, recurrir a la hipnosis no parece descabellado. Sin embargo, Albert Lecube, coordinador del Grupo de Obesidad de la SEEN (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición)se muestra escéptico cuando LOC le pregunta por él. “Esta técnica cae por su propio peso”, dice inconsciente de su chiste involuntario. Tal y como cuenta, no existen los milagros. Perder peso es muy difícil y por eso la gente busca soluciones rápidas y que no supongan esfuerzo. “Este germen es el que hace que cada mes aparezcan varias fórmulas para adelgazar”, según Lecube. Y con ellas famosas dispuestas a poner su imagen pese al efecto negativo que puede causar en la población.

La psicóloga Ana Isabel Gutiérrez acaba de publicar el libro Consume y calla en la Editorial Foca (muy irónico, sí). Para ella, la hipnosis que promociona Caritina “es un timo” y cree que aunque haya recibido una contraprestación económica por ser su imagen no debería seguir defendiéndola. “Hay mucha gente que va a ser víctima de este engaño. Afortunadamente, la hipnosis no tiene efectos secundarios pero hay otras dietas que anuncian los famosos que sí repercuten sobre la salud”. Precisamente, el anterior pagador de Caritina, Pierre Dukan, fue expulsado del colegio de médicos francés a principios de año por promocionar su polémica dieta, que puede causar importantes desequilibros en el organismo. 

NEGOCIO MILLONARIO

Los productos alimenticios y medicinales pensados para perder peso mueven cada año más de 2.000 millones de euros, según cálculos de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD). Una cifra in crescendo cada año. La organización ha calculado que una persona gasta entre 80 y 90 euros en productos dietéticos cuando comienza una dieta y en España, una de cada cuatro personas quieren adelgazar. Al comienzo de la crisis, en 2009, la empresa de medición de mercados Nielsen calculó que las compañías de este sector facturaron 224 millones. Y este business no se ha deshinchado. 

De ahí que las famosas patrias pasadas de kilos (o no, las delgadas también las anuncian como si lo necesitaran) hayan encontrado una nueva fuente de ingresos anunciando dietas. Recapitulemos. Desde que Rocío Carrasco la hiciera famosa, la Dieta de la Alcachofa ha reclutado a Jessica Bueno, Sonia Ferrer, María José Campanario, Carmen Martínez Bordiú, Toñi y Encarna Salazar y, por último, Chabelita Pantoja. A los reductores de peso y volumen se han apuntado Isabel Sartorius, Rosa de España, Terelu Campos o Vicky Martín Berrocal. 

Jorge Javier Vázquez después de ser muso de Obergrass y Weight Watchers, ha prestado su imagen a dos libros publicados por esta dieta americana, con la que el catalán se ha desprendido de siete kilos. En su pasada convocatoria con el método “Entulinea” de Weight Watchers, Jorge Javier analizó con LOC este boom de celebrities antigrasa y declaró que no hay que sentir pudor a la hora de aceptar estas ofertas publicitarias. “Cuando uno es consciente de que no es perfecto, se puede luchar contra eso”. Otra cosa son los desiguales resultados que esta listas de famosos han obtenido con los productos que anuncian… 

RESPONSABILIDAD SOCIAL

Según prosigue la psicóloga Ana Isabel Gutiérrez, “en este país se ha sobredimensionado el tema del famoseo y, si lo dice un rostro conocido, la gente ya cree que es verdad. Lo más grave es que se presten a vender algo que no está comprobado o que ni siquiera ellos mismos han probado, a los demás. Deberían cuestionarse la responsabilidad social. Es como si yo, que soy psicóloga, en lugar de tratar a enfermos, tratara a sanos también. Hay que rescatar la ética, un concepto abstracto y perdido”.

Dietas y productos milagro también son cuestionados por el doctor Lecube. “La Dieta de la Alcachofa… pues lo mismo que si yo pongo pepino, puedes inventarte la que quieras con cualquier alimento; piña, zanahoria… Tomando pastillas de alcachofas no adelgazas. Las de alcachofa no te hacen daño, pero hay multitud de píldoras que nadie sabe lo que llevan y que se venden como complementos nutricionales. Los permisos para comercializarlos son más laxos que los fármacos”, explica.

Entre las famosas abundan los ejemplos poco éticos, Marisa Jara presentó 4321 Slimexcell en marzo de 2011, aunque antes perdió los 10 kilos con una dieta. Su separación con Chete Escribano motivó aquella contratación, con la que se embolsó 4.000 euros. Por su parte, Marina Danko, recién separada de Palomo Linares, en marzo de 2012, presentó los ultradrenantes de 4321 y por ello ganó 6.000 euros. Ciertamente se la vio más delgada. Sin embargo, confesó que su bajada de 9 kilos se debió a los disgustos. 

A ambos ejemplos se les puede considerar tramposos aunque hay otros que resultan directamente ineficaces. ¿Recuerdan a Carmen Martínez Bordiú promocionando La dieta de la Alcachofa en 2012? Prometió que bajaría varias tallas, sin embargo sigue manteniendo un aspecto muy saludable. En el mismo saco podríamos meter a Kiko Rivera que en diciembre dijo que bajaría 11 kilos gracias a los beneficios de Cardo Marian y todavía no hemos apreciado ningún síntoma de sus progresos. Aunque quizás el caso más paradigmático de todos sea el de Caritina, que lleva toda su vida a dieta (y promocionándolas) sin conseguir su anhelada esbeltez.

LA ESPERANZA

En la larga lista de famosas que han promocionado estos productos, quizás el único caso que da lugar a la esperanza sea el de Rosa López, también conocida como Rosa de España. La ganadora de Operación Triunfo sufrió un cambio físico espectacular que la llevó a posar incluso en las páginas de la revista erótica Primera Línea. Ha bajado 40 kilos en cinco años gracias, según ella, a las pastillas XL-S Medical. Le pagan 30.000 euros al año por ser su imagen. Sin embargo, los médicos insisten en que sin una dieta equilibrada y un ejercicio continuado esto hubiera sido imposible. 

En este adiposo panorama no todos los famosos se animan a la promoción de dietas. La actriz Teté Delgado, por ejemplo, se muestra partidaria de aquel refrán que reza: “El mejor aderezo es la carne sobre el hueso”. A pesar de su popularidad, nunca se ha prestado a cobrar por este tipo de productos aunque haya hecho dietas. Por su parte, Fernando Albizu que estrena la próxima semana obra en Microteatro Por Dinero (Madrid) ha sido una de las grandes revelaciones de esta temporada televisiva gracias a su agilidad para la danza en Mira quién baila. Sus más de 100 kilos no le impidieron atreverse con la rumba, el breakdance o el chachachá y, aunque quiere adelgazar por salud, tiene clara su postura. Nunca cobraría por promocionar un producto que no fuera eficaz. “Primero lo probaría. Si funciona, claro que lo haría. Pero en caso contrario, no porque sé lo duro que es adelgazar”. De hecho, él nunca se ha dopado con complementos ni pastillas. “Yo pesaba 160 kilos y quería estar sano. Para eso hay que hacer dieta equilibrada y deporte. Yo nací gordo y moriré gordo. Soy grandón”. A veces, sólo queda el estoicismo… y la fuerza de voluntad. 

TERELU CAMPOS: 50.000 EUROS Y POCOS RESULTADOS

El pasado mes de febrero, Terelu Campos (48 años) se propuso perder 10 kilos con Redu Peso, una firma que le pagó 50.000 euros por la campaña. Han pasado tres meses y la presentadora prefiere no hablar de kilos perdidos. “Yo les dije a los de Redu Peso que no voy a hablar de kilos. Creo que pertenecen a mi intimidad y me interesa más el volumen que he perdido que el peso. También he ganado kilos porque he musculado más, que he estado dos horas en el gimnasio durante tres meses. He perdido ocho centímetros”. Curiosamente, en la fotografía que ilustra la promoción de Redu Peso, ese contorno perdido parece más bien obra del photoshop. Pero la presentadora parece ajena a las críticas: “Con lo mayor que soy, me da igual lo que piense la gente. Prefiero perder ocho centímetros que cuatro kilos. Yo no tengo una meta, sino que quiero verme físicamente bien. También soy consciente de que no tengo 30 años. Ahora quiero verme bien y fuerte”. Por eso, Terelu se muestra muy interesada en el deporte últimamente. La revista “¡Hola!” incluso la relacionó con su entrenador personal, José Valenciano, algo que ella califica como «demencial» aunque se niegue a desmentir la relación. “Tampoco afirmo nada”, desliza misteriosa. Quizás con sus amores pueda jugar al despiste pero con los kilos… la báscula no engaña. 

CHABELITA PANTOJA: 30.000 EUROS PARA NUEVOS PECHOS

A sus 18 años, la hija de Isabel Pantoja ha abrazado el estrellato mediático con ganas. Después de su sorpresivo embarazo, Chabelita quería recuperar la línea y LaDieta de la Alcachofa le propuso sumarse a su plantel de famosas, con el morbo añadido de que su ex cuñada Jessica Bueno hubiera sido su predecesora en el cargo. El pasado martes 20 acudió a un photocall de la marca y, por la promoción, ha cobrado unos 30.000 euros. Una importante suma de dinero que en parte ha sido destinada para una operación de cirugía estética. Concretamente, un aumento de pecho. La hermana pequeña de Kiko Rivera pasó por quirófano el lunes y ahora se encuentra recuperándose de la intervención. Gracias a este paso, la nueva it girl de la prensa rosa ganará unos centímetros en la parte superior de su anatomía (algo que ella siempre había deseado) y si se emplea a fondo disminuirá otros centímetros en la parte inferior. Según ha podido saber LOC, la tonadillera está muy preocupada por este deambular de su hija adoptiva en el que ya se ha topado con el lado oscuro de la fama. El día que Chabelita presentó La Dieta de la Alcachofa ninguna marca de moda quiso dejarle ropa para la presentación. Finalmente, su estilista tuvo que recurrir a un modelo de ZARA para ese mono y cinturón tribal que se puede ver en la imagen. Quizás un nuevo cuerpo ayude a que las firmas de moda también la quieran fichar.
Publicado en Glamour, México, 22 mayo 2014


Belleza
DIETOADICTOS, ¿LA NUEVA ENFERMEDAD DE 2014?
Cuando la obsesión con la imagen y la salud es llevada al extremo…

Bianca Pescador

Mitos, leyendas, ideas sin fundamentos, todo alimenta la obsesión por tener una figura más estilizada. De esto y más habla el libro Consume y calla de la psicóloga Ana Isabel Gutiérrez Salegui, quien en él describe cómo la publicidad de muchas marcas fortalece las creencias que más les convienen. “La mercadotecnia utiliza muchas veces un lenguaje pseudocientífico, que un ciudadano medio no suele comprender, para dar a entender que un producto tiene unas propiedades que en realidad no tiene. Lactobacilus, bífidus, sirtuinas, nucleóticos… El problema no es lo que se dice directamente en la etiqueta, sino lo que se insinúa”, dijo la especialista a Raquel Vidales, reportera de El País



Además del peso y la talla, la salud es otra de las preocupaciones del común denominador de la población, lo cual estaría bien si no fuera por una propagación de ideas sin sentido, como que el gluten engorda. “He llegado a ver paquetes de arena de juegos para niños con esa advertencia”, comentó Ana Isabel. Por otro lado, la carencia de educación nutrimental nos hace presa fácil de comida no necesariamente buena para el organismo. “¿Sabe todo el mundo que la palabra vegetal no significa que sea más sano? Por ejemplo, muchos aceites vegetales son de palma o de coco, que son malos para la salud porque tienen una gran proporción de grasas saturadas”, agregó la experta al periódico español. Lo peor es que ignorar el verdadero origen de los alimentos nos puede afectar gravemente, pues al no saber qué significa la expresión “sin azúcares añadidos”, una persona diabética podría tomar una decisión equivocada. 


Todo esto deriva en más gente con trastornos alimenticios que ha perdido la capacidad de comer con normalidad y que hace cualquier dieta –nueva y milagrosa– que se ponga en su camino. “Nosotros ya empezamos a hablar, aunque aún no está tipificado clínicamente, de los dietoadictos”, aseguró la psicóloga, pues el no saber comer, “aparte de causar graves carencias nutricionales, puede destrozar para siempre el metabolismo y provocar el efecto yo-yo (recuperar el peso perdido tras una dieta)”. 

 ¿LA COCA DE DIETA ES MALA? 

Probablemente no. “No hay suficiente evidencia científica que compruebe que los refrescos de dieta están ligados al cáncer”, dicen los expertos Stephanie Clarke y Willow Jarosh. Pero tampoco aportan ningún beneficio nutricional. Lo que es más: investigadores han encontrado que la gente que toma bebidas light pesa más que quienes no lo hacen. Posiblemente se deba a que el primer grupo se engaña al pensar que, como su soda no tiene calorías, puede consentirse con ciertos ‘placeres’ (tipo darse vuelo en el fast food). Así que OK, tómate tu coca, sólo asegúrate de comer sano también. 


NO MATA, PERO… ¿EN SERIO? 

1- Insectos en el dulce Los alimentos rojos, rosas o morados (yogurt de sabores o caramelos) usualmente contienen colorantes como carmín o extracto de cochinilla, mejor conocido como escarabajo. Aunque son seguros, hay gente que presenta sensibilidad al ingerirlos. Por ello, la FDA (Food & Drug Administration, una especie de Secretaría de Salud de EU) obliga a que estén enlistados en la etiqueta. 

2- Jugo de naranja añejo ¿Te acuerdas de ese jugo que tanto te gusta tomarte en las mañanas? Bueno, puede que no sea tan fresco como crees. El líquido quizá haya estado esperando a ser embotellado –en un tanque de metal aséptico– casi un año antes de agregarle saborizantes para que supiera rico. A pesar de que es seguro tomarlo, no nos culpes por alentarte aempezar a exprimir tus propias naranjas. 

3- Pan y cabello Son dos palabras que seguramente no quieres leer en la misma oración. Pero la L-cisteína, un endurecedor de masa que se usa para hacer muchos tipos de pan, puede derivar del cabello humano… o plumas o pelo de cerdo, depende de qué esté disponible. Está enlistado en la etiqueta y sí, es cierto que se puede comer… que tú quieras es otra historia.
Publicado en Salamanca 24 horas, 15.05.13
 
 
“HAY GENTE QUE VIVE DE ENGAÑAR CON DIETAS MIENTRAS OTROS SE ESTÁN ESTROPEANDO EL CUERPO”
Local. Sara Mateos
 
La psicóloga Ana Isabel Gutiérrez ha impartido una charla-coloquio sobre los ‘Mitos en la alimentación’ y los intereses de las empresas de mercadotecnia para vender sin tener en cuenta la salud de los consumidores. Advierte del peligro de las dietas milagrosas de cara al verano y de la desinformación de los consumidores ante determinados productos que prometen falsos resultados
 
Esta mañana el Colegio Oficial de Enfermería ha acogido la charla-coloquio “Mitos en la alimentación. Dietas y productos milagro”, organizada por el mismo Colegio de Enfermería y a la que ha asistido la concejala de Salud Pública, María José Fresnadillo. En ella, la psicóloga, Ana Isabel Gutiérrez Salegui, ha explicado el engaño de los consumidores ante determinados productos: “Normalmente nos encontramos con mucha gente que cree saber mucho sobre nutrición y, realmente, la gente no tiene ni idea. No es que lo diga yo, es que se ha comprobado en una investigación realizada con estudiantes de la Complutense. De hecho, podemos hacer cualquier tipo de encuesta a la puerta de un supermercado y todo el mundo te dice: ‘esto tiene isoflavonas y soja, esto tiene antioxidantes, etc’; luego les preguntas: ‘¿y para qué sirven?’ y te dicen ‘¡ah, no sé!’. Pero sin embargo, han pagado mucho más por comprarse un producto que les promete un 0% materia grasa. Luego vienen los problemas cardiovasculares, el cáncer, la diabetes… Todo enfermedades relacionadas con la alimentación”.
 
La psicóloga asegura que las empresas de mercadotecnia actúan en su propio beneficio, traicionando la confianza del consumidor con promesas falsas: “Hay mucha gente que tiene ideas incorrectas. Hoy me he traído un zumo en el que pone ‘0% materia grasa’. Ahora le damos la vuelta, nos vamos a la letra diminuta, y tiene el equivalente a tres cucharadas de azúcar. Pero, el que se lo compra, se va convencido de que se está cuidando un montón y es supersano. Luego, como se supone que es sano, se toman tres zumos y ya son nueve cucharadas. Hay ideas incorrectas alimentadas por las empresas de mercadotecnia. Son ellas las que fomentan esa idea equivocada. Normalmente no hay nada que esté muy rico y sea supersano, todo eso tiene químicos. Primero aparecen los problemas físicos y luego los psicológicos, porque la gente sigue engordando con esta alimentación y se pone a dieta y entran en el síndrome del yo-yo. Viven infelices y obsesionados. El cuerpo además se altera, va perdiendo su punto de equilibrio y los rebotes cada vez son más grandes”.
 
Sobre las dietas ‘milagrosas’ de cara al verano, Ana Isabel advierte de su peligro: “Son todas peligrosísimas. La Dukan es la que ahora está de moda. Esta dieta puede provocar daño renal, hepático… Y la gente dice: ‘es que a mí los análisis me salen bien’. Claro, salen bien hasta el día que salen mal. Cuando salen mal ya no se puede dar marcha atrás. De hecho, ese doctor fue expulsado de las sociedades médicas francesas y aquí no se sabe porque no interesa, porque se han vendido cientos y miles de libros sobre esa dieta. Hay gente que vive de eso y de vender complementos proteicos, gracias a gente que se está destrozando el cuerpo convencido de que lo están haciendo bien. Lo mejor es estar vigilado por un nutricionista, por la salud sólo velan los profesionales sanitarios. Lo mejor es comer de todo, seguir la alimentación tradicional y recuperar el tipo de recetas que hacían nuestros abuelos. No hace falta ir a un gimnasio, con moverse un poquito y caminar en lugar de coger el coche es suficiente”.
Publicado en La Gaceta, 16.05.13

Sanidad. Colegio de Enfermería
 
LA DIETA DUKAN Y OTROS “CUENTOS”
 
Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga experta en trastornos alimenticios, critica duramente estos sistemas de adelgazar
 
Alejandro Segalás
 
Las dietas “milagro” y en concreto el famoso sistema Dukan no cuenta con el respaldo de la comunidad médica y ayer en el Colegio de Enfermería de Salamanca se puso de manifiesto en la ponencia de la psicóloga experta en trastornos alimentarios Ana Isabel Gutiérrez Salegui “Mitos en la alimentación. Dietas y productos milagro”.
 
“La dieta Dukan es un engaño que está provocando que mucha gente se esté haciendo daño, pero como se venden muchos libros y hay dinero detrás de esto pues nadie hace nada. Las sociedades científicas francesas han expulsado de la comunidad médica francesa al autor de este método, pero no interesa que se sepa”, criticó Ana Isabel Gutérrez Salegui, quien alertó de que puede provocar problemas graves irreversibles desde el punto de vista renal.
 
La experta en trastornos alimenticios destacó que este tipo de conductas provocan un efecto “yo-yo” en el que el paciente no para de coger kilos y de adelgazar, lo que provoca cuadros de depresión y de desequilibrio psicológico.
 
Gutiérrez Salegui también recalcó que, en general, la población “no tiene ni idea” y que cree que tiene conocimientos de alimentación cuando en realidad no es así.
 
En cuanto a la mejor dieta, la ponente puso de manifiesto que hay que volver a la buena cocina de las madres y las abuelas. “Es mucho mejor comer un buen plato de lentejas, con chorizo y verduras que no los productos de sustitución de comitadas, batidos energéticos y demás productos que venden ahora”, explicó ayer en las instalaciones del Colegio de Enfermería de Salamanca, aunque recalcó que una buena alimentación debe ir de la mano con un poco de ejercicio físico que no tiene que ser estrictamente ir al gimnasio. Somos los que comemos.
 
 
Publicado en LaGacetadeSalamanca.es, 15.05.13
 
 
LOS MILAGROS NO EXISTEN… EN LAS DIETAS PARA ADELGAR
 
Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga experta en trastornos alimenticios, critica duramente algunos sistemas de alimentación para perder peso.
 
Las dietas “milagro” y en concreto el famoso sistema Dukan no cuenta con el respaldo de la comunidad médica, como este miércoles puso de manifiesto en el Colegio de Enfermería de Salamanca la psicóloga experta en trastornos alimentarios Ana Isabel Gutiérrez Salegui, con una ponencia titulada “Mitos en la alimentación. Dietas y productos milagro”.
 
“La dieta Dukan es un engaño que está provocando que mucha gente se esté haciendo daño, pero como se venden muchos libros y hay dinero detrás de esto pues nadie hace nada. Las sociedades científicas francesas han expulsado de la comunidad médica francesa al autor de este método, pero no interesa que se sepa”, criticó Ana Isabel Gutiérrez Salegui, quien alertó de que puede provocar problemas graves irreversibles desde el punto de vista renal.
 
La experta en trastornos alimenticios destacó que este tipo de conductas provocan un efecto “yo-yo” en el que el paciente no para de coger kilos y de adelgazar lo que provoca cuadros de depresión y de desequilibrio psicológico.

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