CURSO SOBRE DESAPARECIDOS EN LOS MEDIOS: EL FARO DE VIGO

Foto y artículo: El Faro de Vigo

Veinte años de una desaparición en Santiago que ocultaría un homicidio

La hermana de María José Arcos pide en Vigo que el caso no se archive y llegue a juicio

Reclama un nuevo impulso para procesar al exnovio, que sigue imputado -“La Audiencia lo dejó libre hace 4 años pero ordenó seguir la investigación y no se ha movido un papel”


“Ese señor sigue libre y mi hermana está muerta, tampoco sabemos donde está su cuerpo”. Así resume Rosa Arcos la impotencia de su familia tras casi veinte años de lucha para esclarecer la desaparición en Santiago y posible asesinato de su hermana María José, hace ya casi 20 años. El cuerpo nunca apareció, lo que dificulta el proceso. Por eso y ante los cambios legislativos reclama un nuevo impulso que evite el archivo del caso y permita llevar a juicio al único sospechoso, el exnovio de María José.

“Hace cuatro años, 15 después de la desaparición de mi hermana, Ramiro Villaverde fue detenido por primera vez e ingresó en prisión por presunto delito de homicidio. La Audiencia de A Coruña le dejó después en libertad y le mantuvo la imputación al considerar que hay sospechas de que participó en su desaparición. El tribunal provincial ordenaba proseguir las investigaciones pero desde entonces, hace ya 4 años, ni el juez ni el fiscal han movido un papel. Nadie lleva la investigación”, dice Rosa.
El caso María José Arcos, que al salir de casa informó de que iba a ver a Ramiro, centró ayer la jornada del curso sobre investigación de desaparecidos organizado por el Instituto de Probática e Investigación Criminal, que dirige el excomisario Ángel Galán, que al frente de la brigada especial de investigación de Madrid llevó el caso.

Rosa Arcos relató la perseverante lucha de su familia desde el día que su hermana desapareció. María José, de 35 años y funcionaria de la Xunta, era mayor de edad y en la comisaría de Santiago llegaron a la conclusión de que se había quitado la vida porque estaba enamorada de Ramiro y él estaba con otra. El millón de pesetas que le había prestado para adquirir un barco y que debía devolverle “no era motivo para matar”.

Ramiro negó haber hablado con María José aquel día. Rosa se hizo con las bolsas llenas de tiques de un locutorio de Santiago y localizó tique de la llamada que hizo su hermana al sospechosos; “El comisario habló con él y le dijo que se había olvidado, que no se habían visto pero sí habían hablado”.

La familia descubrió que el exnovio de María José había sido investigado judicialmente por al menos otra desaparición, un músico marido de una novia suya. Tuvieron que esperar 15 años, pero en abril de 2011 la juez de Ribeira ordenó la detención e ingreso en prisión del único sospechoso por presunto asesinato. En su casa se localizaron armas, sprays paralizantes y un recibo de 12 sacos de cal de aquella época, así como un amplio dossier de la desaparición de María José. En mayo la Audiencia de A Coruña le dejaba libre con cargos y ordenaba continuar la investigación.